Desde la barra la contemplaba , ella tan terca como siempre , con su cabello castaño en ondas cayendo sobre su espalda y su mirada penetrante colándose por mis pupilas. Ahí la vi ¿ quién lo diría? Volverla a ver después de cinco años
Desde la barra la contemplaba , ella tan terca como siempre , con su cabello castaño en ondas cayendo sobre su espalda y su mirada penetrante colándose por mis pupilas. Ahí la vi ¿ quién lo diría? Volverla a ver después de cinco años
Jueves , 11:00 pm No era común verme un jueves en el bar , normalmente me dedicaba a cuadrar estadísticas en la empresa hasta tarde y luego iba a casa con Ethan , mi perro, y por cierto ,mi confidente. Pero después de un duro día de trabajo y aún sin encontrar a la asesora de diseño perfecta para el próximo evento de mi marca , mi subconsciente me hizo montarme en la moto y arrancar al lugar.
Llegué a la mesa de siempre en el VIP , el tumulto de gente me agobiaba a pesar de no ser antisocial, y pues no andaba sola , William ,mi mejor amigo y compañero de aventuras siniestras estaba cuidándome las espaldas.
Fueron tres chupitos de tequila con limón suficiente para desestresarme aquella noche.
Bajé a la barra a por algo más ligero.Apoyé los codos en el tablón mientras con una mano acomodaba mi cabello a un costado y ajustaba mi chaqueta negra ,esperando que la chica de la banqueta hiciera su pedido ,y fue cuando llegué claramente a escuchar aquella voz decirle al cantinero
-un batido de helado y la cuenta por favor-
Una voz muy sutil ,ligera y misteriosamente conocida que me hizo abrir los ojos como lámparas y voltearme a ver su cara .Fue imposible no conectar con su mirada , no podía creer a quien mis ojos estaban viendo nuevamente. Estaba tan diferente!
Llevaba el cabello un tono castaño oscuro con unas ondas que colgaban en su espalda descubierta y su estilo informal la hacían irreconocible. Recuerdo que suspiré y calmé los latidos de mi corazón , la miré y le dije
-¿cuánto tiempo no , Luar? ¿Estás muy cambiada?-
Cuando ella escuchó su nombre se giró en dirección a mis ojos y tapó su boca con una de sus manos para no derramar el batido en mi cara .Fue un contacto visual que tardó alrededor de quince segundos ,en lo que ella tragaba aquel líquido digerido con sorpresa.
-El suficiente cambio que se puede hacer en cinco años ,Génesis- Me respondió volviendo su vista a la barra.La curiosidad de seguir intercambiando palabras era incontrolable
-¿Hace cuánto que estás en Carolina
del Norte?- pregunté .
-Vine de New York un año después que tú- En lo que receptaba su respuesta ,pude percatarme de que había un tipo extraño siguiéndola desde hacía un buen rato y estaba demasiado cerca de nosotras , sobre todo de su asiento , al yo estar de costado a la barra tenía un campo de visión completo a la primera planta del bar.Mientras ella me preguntaba
-¿qué haces en este bar?- El hombre liberó un revólver que traía guardado en su cartera y le apuntó directo a la cabeza .Me giré hacia la chica y le respondí
-al parecer hoy vine a salvarte la existencia- Saqué a la velocidad de la Luz mi arma que escondía debajo de mi chaqueta negra en la faja del pantalón dirigiéndola en línea recta a volarle los sesos al tipo
-David Marcus - dije con sonrisa sarcástica y en tono burlón sin llegar a mirarle a los ojos -esto es muy sencillo , la tocas y te mato- El disturbio hizo que todo el bar se enterara del acontecimiento y quedaran estupefactos y en silencio .
Me puse delante de ella evadiendo completamente su cercanía con el agresor, su cara se veía asustada pero con mucha confianza en mi. Me volví a dirigir al tipo - ¿qué estás buscando y por qué ella ?- me daba cuenta que desde la segunda planta ,William le estaba apuntando con su pistola también sin hacerse notar.
-Es una entrega Génesis , no tenía intención de matarla , solo el jefe quería jugar y divertirse un poco con ella desde que la vio la última vez en el bar- Al escuchar aquellas palabras de uno de los miembros de la pandilla del sur se me estremecieron las entrañas y el fulgor de mis ojos cafés eran notables para todos en el lugar , así que la rabia hizo que detonara mi furia y le disparé a su miembro, dejándolo casi sin respiración ni aliento. Viéndolo retorcerse del dolor y quitándole su revólver de la mano me acerqué a su oído
-dile a tu estúpido jefe que con él no será un disparo , si no que yo misma se lo cortaré para darle de comer a sus perros , ah y si pregunta de quién es el mensaje pues dile que la jefa de la pandilla de Carolina del Norte le manda un cálido saludo manchado de sangre-
Este rumor llegó hasta los oídos de la chica quien ahora tenía una cara muy asustada por saber en quien me había convertido en todo este tiempo , pero dicho que todos en el lugar me tenían respeto los guardias sacaron al tipo y lo echaron fuera ,a quien vi llamando a su jefe para darle el recado unos segundos antes de morir desangrado en la acera de enfrente del bar .
Que esto pase en EEUU es muy normal así que todos siguieron la fiesta .Me volteé a ella y pude presenciar su angustia
-no tengas miedo Luar , ese tipo te iba a llevar con otros que jugarían sexualmente contigo hasta convertirte en un objeto, así que antes de que eso pasara yo tomé cartas en el asunto- me dejé caer en la banqueta de al lado. Ella me miraba y no podía decir una sola palabra , le dije -Acabo de llamar a un taxi para que te lleve a casa, deberías irte, no es seguro que te quedes por aquí , ten cuidado-
Solo recuerdo que saliendo por la puerta de aquel bar en el que me había rencontrado con mi primer amor , los labios de Luar se separaron para dejar salir un "gracias" y marcharse con el paso aprisa mientras subía a aquel taxi que pedí.
Fueron tantos los recuerdos que vinieron a mi mente , recuerdos de cuando yo tenía a penas veinte años y ella veinticinco. Recuerdos que me hicieron llamar a William para irnos del lugar en lo que le narraba toda mi historia con Luar.
Llegué a casa y me di una ducha fría reconstruyendo los hechos de esa noche en mi mente y luego me tiré de cabeza a la cama y quedé rendida. Por cierto, sí , soy Génesis , la puta ama de mafia que se esconde bajo un traje de empresaria.
"Por favor, créeme. ¡No hice nada!", suplicó Thalassa Thompson, entre lágrimas. "Llévensela", indicó fríamente Kris Miller, su esposo. No le importaba que ella quedara humillada ante el mundo entero. ¿Qué harías si el amor de tu vida y la mujer que considerabas tu mejor amiga te traicionaran de la peor manera posible? Para Thalassa, la respuesta fue simple: volver más fuerte, para hacer que todos los que la hicieron sufrir se arrodillen. ¡Que comience la revancha! ***** "Te odio", gruñó Kris, mirándola fijamente a los ojos. "Señor Miller, si me odias tanto, ¿por qué tu verga está tan dura?", respondió Thalassa entre risas.
Janet fue adoptada cuando era niña, un sueño hecho realidad para los huérfanos. Sin embargo, su vida fue cualquier cosa menos feliz. Su madre adoptiva se burló de ella y la acosó toda su vida. La mucama que la crio le dio todo el amor y el afecto de una madre. Desafortunadamente, la anciana se enfermó gravemente y Janet tuvo que casarse con un hombre que tenía mala fama en sustitución de la hija biológica de sus padres para cubrir los gastos médicos de la criada. ¿Podría ser este un cuento de Cenicienta? Pero el hombre estaba lejos de ser un príncipe, aunque tenía un rostro atractivo. Ethan era el hijo ilegítimo de una familia rica que vivía una vida lujosa y apenas llegaba a fin de mes. Él se casó para cumplir el último deseo de su madre. Sin embargo, en su noche de bodas, tuvo el presentimiento de que su esposa era diferente a lo que había escuchado sobre ella. El destino había unido a las dos personas con profundos secretos. ¿Ethan era realmente el hombre que pensábamos que era? Sorprendentemente, tenía un extraño parecido con el impenetrable hombre más rico de la ciudad. ¿Descubriría que Janet se casó con él por su hermana? ¿Sería su matrimonio una historia romántica o un completo desastre? Siga leyendo para saber cómo se desarrolla el amor entre Janet y Ethan.
¿Qué esperas de tu cumpleaños? ¿Dinero? ¿Joyería? ¿U otras cosas? Lo que sea, pero por lo menos debe ser un día maravilloso. Lola Li, una mujer linda, encantadora e inteligente, graduada en la comunicación audiovisual a una edad muy temprana. Todo el mundo pensaba que Lola tendría un futuro muy prometedor pero las cosas no salieron como se esperaba. Su fiesta de cumpleaños de 22 años fue una pesadilla para ella. Cuando terminó su fiesta de cumpleaños, su mejor amiga la traicionó, su novio la abandonó y su familia se arruinó por completo. Cuando se despertó al día siguiente, Lola se encontraba tumbada en la cama de una habitación de hotel. Con el corazón acelerado, solo podía recordar vagamente a un hombre extraño con el que estaba anoche. ¿Había venido para salvarla? O, ¿era un demonio que lo estaba persiguiendo?
Un año después de casarse, Yvonne se dio cuenta de que no era más que una sustituta. Cuando el verdadero amor de Juliano reapareció, le lanzó un acuerdo de divorcio y le dijo sin emoción: "Ella ha vuelto. Lo nuestro terminó". Ella mantuvo en secreto lo de su embarazo. Luchó contra el impulso de llorar, firmó su liberación y desapareció. Cinco años después, las cámaras destellaron mientras Yvonne, radiante en rojo, cruzaba el escenario de un festival de cine con su hijo de ojos brillantes. Juliano apretó los puños mientras observaba. "Señor, el niño tiene cuatro años y medio", susurró su asistente conmocionado. Luego, se apresuró al set de filmación solo para presenciar a un actor de primera categoría envolviendo suavemente su brazo alrededor de la cintura de Yvonne. "He reservado tu restaurante favorito para la celebración de esta noche". El pequeño parpadeó y, mirándolo con Inocencia al intruso, preguntó: "¿Quién eres tú? ¿Uno de los fans apasionados de mi mamá?". Juliano la acorraló en el camerino y, con la voz ronca, soltó: "Volvamos a casarnos". Ella sonrió, pero no había ni rastro de felicidad en sus ojos. "El telón ha caído; es hora de dar por terminada la función". Pero esta vez, él no estaba dispuesto a dejarla ir.
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Stella alguna vez disfrutó de la devoción de Marc, pero su crueldad oculta la lastimó profundamente. Mientras él enviaba mensajes coquetos a su amante, ella quemó la foto de bodas frente a él. Con el pecho apretado y los ojos encendidos, Stella le dio una bofetada. Luego borró todo rastro de su identidad, se unió a una misión de investigación confidencial, desapareció sin dejar rastro y le dejó una bomba secreta. El día del lanzamiento, Stella se fue; esa misma mañana, el imperio de Marc se vino abajo. Todo lo que encontró fue el certificado de defunción de su esposa, y su corazón se hundió. Cuando volvieron a verse, fue en una gala. Stella, elegante, estaba junto a un magnate. Marc le suplicó que volviera. Ella, con una sonrisa burlona, respondió: "No me mereces, hombre".
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