/0/13298/coverbig.jpg?v=3786553bcfd53296eb46e8de35b5e296)
Sheila estaba desesperada cuando la obligaron a casarse con un hombre horrible por el beneficio de su familia. En un ataque de ira, contrató a un desconocido para que hiciera el papel de su marido. Sin saber quién era él, ella pensó que este era un gigoló que necesitaba dinero y lo hacía para ganarse la vida. Por fin, se quitó la máscara y resultó que era un magnate. Así comenzó su historia de amor. Él la llenó con todo lo que podía desear y eran felices. Sin embargo, circunstancias inesperadas pronto amenazaron su amor. ¿Podrían Sheila y su marido capear la tormenta? ¡Descúbralo!
Sheila Jones sintió que su cuerpo ardía, como si se hubiera sumergido en lava. Estaba desesperada por encontrar alivio para ese calor.
Mientras el robusto pecho del hombre la presionaba, ella arqueó la espalda instintivamente y susurró: "Niko...".
Aunque él no respondió, sus embestidas se volvieron más fervientes, casi salvajes.
Cuando amaneció, la habitación del hotel se llenó con la tenue luz matutina.
Sheila se dio la vuelta y chocó con el robusto y cálido pecho de un hombre.
Tras soñar con haber tenido relaciones con su novio, los ojos de la chica se abrieron de par en par ante un perfecto pero desconocido rostro.
"¿Quién eres? ¿Por qué demonios estás en mi cama?". Sheila se cubrió con la manta y se enderezó abruptamente. "¿Qué pasó anoche?", preguntó angustiada.
"Yo debería hacerte esa pregunta", respondió el hombre, Shane White, mientras abría los ojos.
Luego, se apoyó en la cabecera y miró con frialdad los ojos temerosos de la chica. "Anoche tomé demasiadas copas y fui a mi habitación. Cuando salí del ascensor, te acercaste a mí y empezaste a manosearme. Parece que eres toda una experta consiguiendo clientes en hoteles".
Sheila estaba tanto avergonzada como enojada. No podía creer que él pensara que era una prostituta.
Quería darle una bofetada, pero la manta cayó y expuso su cuerpo desnudo.
Rápidamente ella volvió a cubrirlo. "Lo que sucedió anoche queda entre nosotros. Una vez que te vayas, nos olvidaremos de todo. ¡Si difundes cualquier rumor, te arrepentirás!".
Luego Sheila se levantó molesta, dispuesta a olvidar ese incidente. Pero en cuanto se puso de pie, le temblaron las piernas.
Cuando pensó que estaba por impactar contra el suelo, le agarraron la muñeca y volvió a caer sobre la cama. En un sorprendente giro de acontecimientos, terminó recostada sobre el pecho de Shane, mirándolo a los ojos.
Su mano estaba descansando inadvertidamente sobre el pecho del hombre, por lo que sentía sus sólidos músculos. Avergonzada, Sheila deseó que se la tragara la tierra.
"¿Le tienes cariño a mi pecho?", preguntó Shane, lanzando una pequeña risa teñida de irritación.
Con las mejillas ardiendo, Sheila se liberó de su agarre. "Anoche cometí un error por beber mucho. Pero no soy como las personas que albergan malas intenciones".
Luego ella se levantó y fue al baño.
Por el rabillo del ojo, Shane vio una marca roja en la cama y sospechó que podría ser la primera experiencia íntima de ella.
"¡Espera un segundo!", gritó para detenerla. "Lo de anoche fue un error, pero podemos casarnos de ser necesario".
"¿Casarnos?". Sheila se sintió enojada y lo miró con lágrimas en los ojos. "¿Aún no estás satisfecho? ¿Ahora quieres aprovecharte de mí siendo mi esposo? ¡Qué ridículo!".
Shane estaba sorprendido por su reacción. Estaba acostumbrado a que las mujeres se sintieran atraídas por él, pero rara vez consideraba asumir la responsabilidad. La postura desafiante de Sheila era algo nuevo para él.
Vestido con su elegante traje, el hombre sacó una elegante tarjeta de presentación y la puso sobre el velador.
"Si lo reconsideras, puedes contactarte conmigo aquí".
Una vez que él se fue, Sheila se hundió en la bañera y se limpió las marcas rojas de la noche anterior. En el silencio, casi pudo seguir escuchando la respiración agitada del hombre.
Estaba tan abrumada que se tapó los oídos, luchando por aceptar que había tenido intimidad con un desconocido.
Una hora más tarde, Sheila regresó cansada a casa, sin saber cómo lidiar con lo sucedido.
Al acercarse a la villa, escuchó una conversación de dos mujeres adentro.
"¡Mamá, todo está yendo según lo planeado! El gigoló que contraté para que estuviera con Sheila acaba de llamarme. Ya hizo el trabajo, pero la maldita cámara se estropeó, así que no hay imágenes de ellos juntos. Si tan solo pudiéramos mostrárselo a Niko, despreciaría aún más a Sheila", afirmó Rita Jones, su media hermana. Parecía estar encantada con su plan.
Y Paula Jones, su madrastra, respondió siniestramente: "No importa. De todos modos, incluso sin el video, Niko no la aceptará. Tu padre y yo tenemos otros planes para Sheila".
"¿Cuáles?", preguntó Rita con curiosidad.
Su madre hizo una mueca de desprecio. "¿Recuerdas a Timothy Green de la fiesta de anoche?".
"¿Timothy Green? ¿Ese viejo pervertido de cincuenta años? ¡Se dice que ha tenido seis matrimonios y que todas sus esposas terminaron muertas! ¿Está obsesionado con Sheila o algo así?", preguntó Rita, incrédula.
Sheila estaba desesperada cuando la obligaron a casarse con un hombre horrible por el beneficio de su familia. En un ataque de ira, contrató a un desconocido para que hiciera el papel de su marido. Sin saber quién era él, ella pensó que este era un gigoló que necesitaba dinero y lo hacía para ganarse la vida. Por fin, se quitó la máscara y resultó que era un magnate. Así comenzó su historia de amor. Él la llenó con todo lo que podía desear y eran felices. Sin embargo, circunstancias inesperadas pronto amenazaron su amor. ¿Podrían Sheila y su marido capear la tormenta? ¡Descúbralo!
Yelena descubrió que no era la hija biológica de sus padres. Después de darse cuenta de que intentaban venderla por conseguir una inversión, la enviaron a su lugar de nacimiento. Allí descubrió que en realidad era la heredera de una familia opulenta. Su verdadera familia la colmó de amor y adoración. Ante la envidia de su supuesta hermana, Yelena superó todas las adversidades y se vengó, al tiempo que demostraba su talento. Pronto llamó la atención del soltero más codiciado de la ciudad. Él acorraló a Yelena y la inmovilizó contra la pared. "Es hora de revelar tu verdadera identidad, querida".
"Estaremos casados por sólo un mes. Después de eso, nos divorciaremos de inmediato". A pesar de que su bisabuelo había arreglado su matrimonio antes de nacimiento, él no creía que una mujer tan informal y movida como ella merecía ser su esposa. Poco sabían en aquel entonces que estaban destinados a estar juntos. Hiram, el CEO joven y apuesto que nunca sintió atracción por ninguna mujer, y Rachel, la belleza que de alguna manera traía mala suerte a todos los hombres con los que salía, se casaron, contra todo pronóstico. ¿Qué será de su vida de matrinomio?
Carla Rossi jamás imaginó que una simple decisión cambiaría su vida para siempre. A sus 17 años, ha crecido en las sombras de la incertidumbre, sin un padre y con una madre que oculta secretos. Trabaja duro para sobrevivir, su única rebeldía es un cigarro a escondidas y su única familia es Jaquelin, su mejor amiga. Pero todo cambia la noche en que, buscando un momento de soledad, encuentra a un hombre herido en un callejón. Ese hombre es Fabrizio Antonucci, el despiadado Don de la mafia italiana. Conocido por su brutalidad, temido por muchos, pero admirado por su poder, Fabrizio es un hombre al que nadie se atreve a desafiar. Sin embargo, Carla, con su inocencia y dulzura, despierta algo en él que ni siquiera comprende: un instinto de protección que no ha sentido por nadie desde la muerte de su madre. Arrastrada a un mundo de lujos, peligro y deseo prohibido, Carla intenta resistirse a la atracción que la consume. Fabrizio la quiere cerca, la desea con una intensidad arrolladora, pero también sabe que su cercanía la pone en riesgo. La diferencia de edad, su inexperiencia y el abismo entre sus mundos deberían ser razones suficientes para alejarse... pero ni él ni ella pueden escapar de lo inevitable. Entre amenazas, secretos familiares y un pasado que vuelve para destruirlos, Carla deberá decidir si huir de un amor que la aterra o rendirse al hombre que podría protegerla... o destruirla. **Un romance oscuro, ardiente y peligroso, donde el amor no es un cuento de hadas, sino una batalla entre el miedo y el deseo.** ---
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Belinda pensó que, tras el divorcio, separarían sus caminos para siempre: él podría vivir su vida como quiera, mientras ella podría dedicarse a disfrutar el resto de la suya. Sin embargo, el destino tenía otros planes. "Cariño mío, estaba equivocado. ¿Podrías volver conmigo?". El hombre arrogante, al que una vez ella amó profundamente, bajó humildemente la cabeza. "Te ruego". Belinda apartó con frialdad el ramo de flores que él le había regalado y respondió fríamente: "Es demasiado tarde".
"Tú no perteneces aquí. Lárgate". Hanna, la hija legítima de Wheeler, regresó sólo para ser expulsada por su familia. Su prometido la engañaba con la hija impostora, sus hermanos la despreciaban y su padre la ignoraba. Entonces, se cruzó con Chris, el formidable líder de la familia Willis y tío de su prometido. "Hagamos como si nunca hubiera pasado", dijo ella. Sin embargo, a pesar de la esperanza de Hanna de separarse, Chris insistió en que fuera responsable. Él amenazó con revelar los verdaderos talentos de Hanna como doctora sobresaliente, guionista brillante y cerebro de un famoso estudio de diseño, obligándola a casarse. Una vez le pidieron a Chris que protegiera a alguien. El destino los reunió en circunstancias delicadas. Él había planeado mantener su promesa y proporcionar un refugio seguro, sólo para descubrir que Hanna estaba lejos de ser la delicada mujer que parecía. Era ingeniosa y astuta...