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¡Sumérgete en el emocionante mundo de la competición automovilística, donde los motores rugen y los corazones laten al ritmo de la velocidad! Conoce a Patrick, el apuesto heredero de la dinastía Lombergis, cuyo imperio se ve amenazado por una caída en las ventas. En un giro inesperado, Patrick concierta un matrimonio de conveniencia con Charlotte FitzGerald, heredera de otra gran empresa automotriz. Su misión: conquistar su corazón sin revelar su situación financiera. ¿Logrará Patrick salvar su legado mientras encuentra el amor verdadero? "Entre Neumáticos y Corazones" es una emocionante historia de amor, secretos y pasión en el mundo del automovilismo. ¡Descubre si el amor triunfa sobre los obstáculos en este viaje apasionante!
NARRA PATRICK
El sonido suave de la música de fondo se filtra a través del aire enrarecido del club nocturno, mezclándose con risas y conversaciones animadas. La penumbra ofrece un halo de misterio a todo lo que ocurre en este lugar. Mi amigo Luciano Locrost, con una sonrisa pícara dibujada en el rostro, se inclina hacia mí mientras toma un sorbo de su whisky y lanza la pregunta que, de alguna manera, siempre vuelve a surgir entre nosotros.
–¿Cómo haces para jamás enamorarte de ninguna mujer si vives rodeado de tantas? –inquiere Luciano, mi mejor amigo, con una mezcla de curiosidad y asombro.
Deslizo mi mirada por el lugar, donde la seducción y el encanto parecen danzar en cada rincón, pero mi atención pronto se posa en una mujer atractiva que ocupa un espacio destacado en mi regazo.
–No es por presumir amigo, pero mírame –respondo con una sonrisa ladina, dejando que mi tono de voz se deslice con confianza y un toque de arrogancia contenida. –Todo el dinero que tengo lo he conseguido trabajando duro. Y, por supuesto, estos ojos verdes y este cuerpo escultural no hacen daño, ¿verdad, hermosa?–me dirijo a la mujer, buscando la complicidad de su mirada.
Ella asiente con una risa traviesa, acercándose para dejarme un beso suave en la comisura de mis labios. –Claro que sí, bombón –responde con picardía. –No olvides esa estatura que tienes, hermoso, y otras cualidades que no mencionaré – añade con un guiño, desatando risitas cómplices entre nosotras.
Mis labios esbozan una sonrisa complacida, pero mis pensamientos vagan por un instante hacia un lugar de introspección que rara vez comparto. La verdad es que, en medio de esta algarabía y efervescencia, siempre mantengo una muralla infranqueable entre mi corazón y cualquier posibilidad de enamoramiento. Un mosaico de experiencias pasadas se agolpa en mi mente, cada pieza marcada por la lección aprendida de no dejarme llevar por los designios del amor.
–Que ego que tienes, hermano– responde Luciano, dejando entrever su entendimiento entre líneas, una complicidad que ha sido la base de nuestra amistad a lo largo de los años.
Me levanto, haciendo a la mujer que estaba en mi regazo a un lado, y comienzo a caminar hacia la barra para servirme un trago. –Hablando en serio, las mujeres son solo un pasatiempo que disfruto en demasía, pero lo realmente importante es el trabajo y el dinero que genera – comento con una sonrisa juguetona bailando en mis labios mientras mantengo una mirada firme, ocultando así la complejidad de mis emociones tras esa cortina de desenvoltura.
Ordeno más bebidas, queriendo sumergirme en la euforia de esta noche en un boliche renombrado, un santuario efímero donde las responsabilidades y las complicaciones se desvanecen bajo los destellos de luces de neón y la música ensordecedora.
–¿Tanto daño te ha hecho Adeline?– Mi amigo rompe el silencio con una pregunta que me hiere como una daga afilada, mencionando el nombre de Adeline, la misma mujer que ha dejado un rastro de dolor y decepción en mi vida. Es un nombre que, al escucharlo, despierta tormentas internas, agitando los recuerdos y sentimientos que preferiría dejar sepultados en el pasado.
La furia se apodera de mí al evocar su nombre. Un torbellino de emociones me embiste con una intensidad incontrolable. Siento que la ira se concentra en mi puño, que se estrella contra la mesa, rompiendo la paz con un estruendo sordo, el sonido del vaso que se desploma y rueda, un eco de la devastación que Adeline dejó en mi alma.
–No vuelvas a pronunciar su nombre– mi voz retumba en la habitación, llena de dolor y rabia contenida. Las palabras salen como un rugido, una orden feroz que intenta enmascarar el dolor que aún persiste en lo más profundo de mi ser. –Ella no me ha hecho daño– insisto, tratando de convencerme a mí mismo más que a mi amigo. –Me ha enseñado que el amor es un engaño, una ilusión vacía. Solo debo divertirme y no creer en falsas promesas– finalizo, aunque cada palabra parece un eco hueco de lo que alguna vez fue mi esperanza.
Mi amigo asiente con pesar ante mi explosión de emociones, un gesto que refleja su comprensión y su deseo de no profundizar más en el tema. Con un simple movimiento de su mano, gesto mudo pero elocuente, se disculpa y promete no volver a abrir esa herida latente en mi ser. La mirada de compasión y complicidad entre ambos habla más que mil palabras, sellando el compromiso de dejar atrás aquel nombre, aquel dolor, al menos por el momento.
El resto de la noche se desvanece en un torbellino de copas, risas y cuerpos que se mueven al ritmo de la música envolvente. Las carcajadas se entrelazan con el suave murmullo de conversaciones y la música estridente que embriaga mis sentidos.
Bailo con hermosas mujeres, dejándome llevar por la seducción que impregna el ambiente, el halo de deseo y diversión que parece envolverlo todo. Cada paso de baile es un compás, cada risa una nota más en la sinfonía de esta noche irrepetible.
El punto culminante llega en la oscuridad de la madrugada, cuando dos figuras femeninas se convierten en el éxtasis de esta fugaz historia nocturna. La pasión se desborda en un frenesí de piel contra piel, de susurros entrecortados y gemidos que se mezclan en la penumbra de la habitación.
Sin embargo, entre cada caricia y suspiro, un eco sutil de vacío se cuela en mi conciencia. Detrás de la vorágine de sensaciones, persiste una sensación de hueco emocional, un espacio que ninguna cantidad de diversión pasajera puede llenar.
Al amanecer, mientras los destellos de la fiesta se desvanecen y el sol se filtra por las cortinas, me encuentro solo, con un vacío latente que se instala en mi pecho, recordándome la fugacidad y la superficialidad de estas experiencias efímeras. En el fondo, una sensación de anhelo y soledad se hace presente, recordándome la falacia de mis evasiones temporales y la necesidad de algo más significativo en mi vida.
Sumergidos en un mundo de penumbras y desolación, la vida de Luz Milagros se convierte en un lienzo marcado por el dolor y la desesperación. Ha atravesado un océano de tristezas que la han llevado al borde del abismo, donde la sombra de la desesperanza la empuja a desafiar la misma existencia. Sin más alternativa, las circunstancias la llevan a los pasillos fríos y desconcertantes de un hospital psiquiátrico, una prisión invisible donde su alma parece quedar encerrada. Es aquí, en este laberinto de silencios y recuerdos que atormentan, donde emerge un héroe inesperado: Jason Grabel. Su presencia, llena de amor y dedicación, se convierte en el faro que busca iluminar el sendero oscuro por el que transita Luz. Jason, decidido y comprometido, se convierte en el ancla de Luz en medio de la tormenta emocional que la consume. Su lucha por rescatarla del abismo se convierte en un desafío contra el tiempo y la oscuridad que se ciernen sobre ella. Su objetivo es claro: restaurar la esencia dulce y radiante que una vez caracterizó a esta joven marcada por el sufrimiento. El amor como arma, la determinación como escudo; Jason se embarca en una travesía para sanar las heridas invisibles de Luz, desafiando sus propios demonios y las barreras que ella ha levantado contra el mundo. ¿Podrá Jason, con su amor y persistencia, obrar el milagro de devolverle la esperanza a Luz Milagros? En esta historia de redención y coraje, se despliega una batalla emocional que desafía los límites del espíritu humano. Únanse a este viaje lleno de incertidumbre y esperanza mientras Jason se convierte en el guardián de la luz en la oscuridad, luchando para rescatar a Luz Milagros de las garras implacables de la desesperación.
Leonel DuPont es un médico oncólogo treintañero, multimillonario, arrogante y mujeriego, que utiliza a las mujeres en su propio beneficio. Obviamente hasta que Tamara Bucarelli, una curvilínea joven de 23 años de pelo castaño y ojos marrón claro, entra en su vida. Entra a trabajar como su secretaria y aunque al principio su relación es demasiado negativa, la vida tiene mucha cosa preparadas para ellos.
Una joven novicia, obligada por su madrastra, se prepara para ser monja, mientras su hermanastra, busca casarse con un hombre rico, incentivada por su madre, para recuperar la vida de lujos que antes llevaban. Un hombre, rico y poderoso, enamorado de una mujer casada, obligado por su familia, busca una esposa, que sirva para recibir su herencia, mientras sigue con la mujer que ama.
El día de su aniversario de boda, la amante de Joshua drogó a Alicia, que acabó en la cama de un desconocido. En una noche, Alicia perdió su inocencia, mientras la amante de Joshua llevaba a su hijo en el vientre. Desconsolada y humillada, Alicia pidió el divorcio, pero Joshua lo consideró una rabieta más. Cuando finalmente se separaron, ella se convirtió en una artista de renombre, admirada por todos. Consumido por el remordimiento, Joshua se acercó a su puerta con la esperanza de reconciliarse, solo para encontrarla en brazos de un poderoso magnate. "Saluda a tu cuñada", dijo este.
Henrik, un joven paranoico de una familia rica, creía que las mujeres eran oportunistas y materialistas. Y por eso que consideraba a Noreen una mujer frívola que lo desdeñaba por su discapacidad. Para vengarse de la muchacha, se disfrazó de mecánico de automóviles y se casó con ella. Al principio, se puso la máscara de un esposo amoroso que se preocupaba por su esposa, pero en realidad, no sentía nada por ella. Todo era una estratagema para que ella cayera en su trampa. Sin embargo, una cosa llevó a la otra y el plan de Henrik lentamente se salió de su control. No fue hasta que finalizó el divorcio que se dio cuenta de lo tonto que había sido. Comprendió que Noreen no era como otras mujeres en absoluto y que estaba locamente enamorado de ella. Hizo todo lo posible para recuperarla. Pero Noreen frunció el ceño y se burló: "Señor Sanchez, debes haberme confundido con otra persona. Nunca me casé contigo. Mi exmarido era solo mecánico de autos, y tú eres el hombre de negocios más rico del país. No creo que comparten ningún parecido entre ustedes dos. Por favor, te agradecería que dejaras de molestarme". Devanándose los sesos para encontrar la forma de reconquistarla, Henrik soltó: "Para ti, puedo volver a ser ese mecánico de autos. Estoy dispuesto a renunciar a todo lo que tengo para reparar los daños. Por favor, regresa a mí, cariño". Eso dejó a Noreen totalmente soeprendida. ¿Qué le estaba pasando a ese hombre arrogante?
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Se rumoreaba que Fernanda, recién vuelta con su familia, no era más que una violenta pueblerina. Pero Fernanda se limitaba a esbozar una sonrisa despreciativa. Otro rumor sugería que Cristian, normalmente racional, había perdido el juicio, locamente enamorado de Fernanda. Esto la frustró. Podía tolerar los cotilleos sobre sí misma, ¡pero calumniar a su amado era pasarse de la raya! Poco a poco, a medida que salían a la luz las múltiples identidades de Fernanda como célebre diseñadora, experta jugadora, reconocida pintora y exitosa magnate de los negocios, todos se daban cuenta de que eran ellos quienes habían sido engañados.
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".