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Leana se lanza decidida una noche para conocer al hombre que tanto le gustaba, Polo, pero la experiencia no sale como ella se lo esperaba y sale corriendo espantada del lugar. Cuatro años más tarde a punto de graduarse, el destino le regala una oportunidad más cruzando sus caminos nuevamente solo para descubrir que él es el CEO de la gran empresa en la que ella siempre soñó trabajar y en la que comenzará su pasantía. Traumada por lo vivido con su madre, Leana se decide firmemente a no amar a ningún hombre pero ¿podrá lograrlo cuando su jefe saque su lado más pervertido? ¿Podrá una estudiante salir con uno de los CEOs más importantes de la ciudad? ¿Qué pasará cuando él quiera robar su inocencia? No todo es tan hermoso como parece y todos tienen secretos...
- ¡Eres un cerdo! -fue lo primero que le dijo Leana en cuanto vio a Joan besándose en ese baño con aquella chica- ¡¿Quién te crees que soy?! Un juguete con el que entretenerte a tu antojo ¿Pensaste que nunca me iba a enterar de esto? –las lágrimas comenzaron a agruparse en sus ojos, no lo podía evitar, ¡tenía tanto coraje! -Eres un cínico y un mentiroso, si andas haciendo lo que te da la gana para qué tanta insistencia en conocerme, ¿qué soy? ¿una apuesta estúpida con tus amigos a ver si logras sonsacar a la tonta que se pasa el tiempo estudiando? Pues para que te vayas enterando, no soy ningu
na tonta y tú eres un gilipollas, asco me das
- Leana, por favor, esto tiene una explicación –por alguna razón ella notó en su rostro una mezcla de arrepentimiento, vergüenza y algo de dolor, pero no, debía ser parte de su actuación para que le siguiera creyendo su cuento y poder continuar con su estúpido juego.
No podía creer que después que lo había atrapado "in fraganti" todavía tuviera el descaro de darle un típico "esto no es lo que parece" como excusa, en ese momento ya las lágrimas caían por sus mejillas, se seguía riendo de ella, no lo podía creer, esa idea solo la encolerizó más y le atinó una bofetada para luego decirle:
- No me busques, no quiero verte más en mi vida, no te cruces conmigo en un pasillo, en una fiesta, en algún aula, haz como si yo no existiera porque no respondo por mí. ¡Ahhhh! Y haz las pruebas para unirte al club de teatro, la actuación se te da genial, imbécil.
Giró su espalda y se fue, se sintió tan orgullosa de sí misma, pudo reunir valor para decirle todo lo que quería, lo que se merecía, no se dejó socavar por ese capullo. Eso sí, estaba fatal, era la primera vez que Leana se entregaba así a un chico, la primera vez que se permitía disfrutar un poco solo para terminar en desgracia. Solo quería estar sola en su cuarto y llorar descontroladamente sin que nadie la viera.
Esa era la primera vez que Leana faltaba a clases había tenido un trayecto espectacular en su carrera y estaba en su último año, nunca pensó que un chico iba a ser la razón de una ausencia.
Quizás por eso su madre nunca cedió al romanticismo con algún hombre, quizás su padre la dañó de una manera irreparable y para protegerse se armó de esa coraza tan fría. A lo mejor no era tan mala como Leana pensaba, solo que la vida no fue justa con ella.
La siguiente semana fue catastrófica, se sentía desganada, decepcionada y, le había dejado bien claro a Víctor que no quería que tuviera ningún tipo de contacto con ella, pero de alguna manera esperaba que tratara de disculparse, ella merecía una explicación. É había sido el insistente, la buscó miles de veces para salir con ella, en un inicio ella no quería ni hablarle.
Joan había sido el que había metido la pata, era su deber buscarla de nuevo, fue muy fácil hacerlo cuando todo eran mariposas y arcoíris, pero ahora que la situación era difícil él se acobardaba, no era capaz de ofrecer unas disculpas. A pesar de eso, él no aparecía por ningún lado, nadie sabía nada de él y Leana tampoco le quería preguntar Sara, su mejor amiga, no quería que pensara que le seguía interesando.
Lo único que la animaba un poco era el curso que comenzaba justo ese día como parte de la carrera, la universidad había contratado a un empresario con mucha experiencia en márquetin y ventas de libro, algo muy necesario para Leana ya que tenía pensado abrir mi propio negocio en un futuro, una editorial así que, a pesar de todo, se sentía más animada, la literatura y el estudio fue el refugio que encontró para mantenerse distraída y no pensar en lo que había sucedido.
Esa mañana se arregló un poco mejor, su cara tenía buena pinta según ella, no tenía ni idea de lo hermosa que era, alisó su cabello, se puse mis jeans preferidos y un top rojo de tirantes cruzados en la espalda de modo que la mitad de esta quedaba al descubierto, un par de converse y estaba lista.
- Hoy te noto mejor semblante –le comentó Sara de camino al seminario, ella había tratado no preguntarle mucho del tema de Joan en la semana pasada para no meter el dedo en la galla.
- Sí, estoy más animada, tengo muchos deseos de comenzar el curso de ventas y márquetin de libros, siento que me va a ser imprescindible para mi desempeño laboral, además, recuerda que nos informaron que según nuestras calificaciones el encargado de dar el discurso hoy elegiría a algún estudiante para una pasantía.
- Uyyy como está la profesional –dijo sin evitar que se le escapara una risita.
- Como está la chistocita hoy –le respondió Leana sonriendo también.
- ¿Sabes? Me alegro verte un poco más contenta, aunque sea por algo de estudio –rió Sara nuevamente- el semblante triste no te pega para nada –y le dio un abrazo antes de entrar al aula.
Y vaya que Sara tenía razón, hasta la misma Leana se sentía con unas vibras diferentes, no quería convertirse en una de esas mujeres que se deprimen y se quedan en casa todo el día con el pijama puesto y comiendo chocolate debido a un hombre, no, eso sí no se lo iba a permitir jamás. Ya había tenido una semana para asimilar lo que había pasado y llorar todo lo que había querido, eso era suficiente, era hora de brillar de nuevo.
- ¿Quién será el famoso empresario que tanto revuelo han armado? –le preguntó Sara -se habían pasado toda la semana anterior recordándoles a los estudiantes ese día, promocionándolo y diciendo que era una oportunidad única que el señor empresario le había ofrecido de buena voluntad a la universidad ya que iba a ofrecer el curso de modo gratuito y por voluntad propia.
- No sé –le respondió Leana encogiéndose de hombros- supongo que lo averiguaremos ahora.
Todavía faltaban cinco minutos para que comenzara el seminario y todos a su alrededor estaban tan intrigados como ellas, para cualquier lado que miraran, se escuchaba una conversación sobre lo mismo y haciendo la pregunta del millón ¿quién será?
Las luces se opacaron y el proyector se iluminó en la parte de al frente del anfiteatro, Leana se sentaba desde siempre en la primera fila, así que tenía la mejor vista del salón. En la pantalla comenzó a reproducirse un video, una promoción de todo el trabajo que se tenía que hacer para lograr que un libro se convirtiera en best-seller, las propagandas, los panfletos, el trabajo de varios editores todo de mano de la gran empresa Stewar´s Inc, súper reconocida por la cantidad de campos en la que se desarrolla desde hace años y sobre todo, la cantidad de obras benéficas que ha organizado.
Leana la conocía, hacía unos meses había solicitado una pasantía ahí para sus prácticas de ese semestre, así que estaba más que emocionada al darse cuenta que la empresa estaba ahí, más posibilidades tenía entonces de que la aceptaran, solo tenía que estar a la altura.
Cuando el video acabó, salió desde detrás de la pantalla un hombre, no se le podía ver el rostro debido a que el foco del proyector todavía estaba prendido, pero era alguien muy alto de pecho ancho, fuerte, eso se notaba hasta por encima del traje negro que llevaba puesto que lo hacía ver extremadamente elegante, su porte era algo increíble. Se apagó el reflector y Leana no pudo creer lo que sus ojos estaban viendo, o, mejor dicho, a quien sus ojos estaban viendo.
En ese instante se quedó congelada, su corazón no podía latir más rápido, de lo contrario le daría un infarto. Era él, era el chico por el que iba a ese parque de su ciudad todos los viernes hace casi cinco años atrás ¡Era él!...
Rebecca Martin es la asistenta del joven CEO, Liam Edwards, uno de los más prometedores millonarios de Chicago. Para Rebecca, lidiar con su jefe arrogante, creído y desesperadamente apuesto, no es una tarea fácil. Harta de todo, decide renunciar a su trabajo justo el día en el que una de las ex de su jefe, Margot, se aparece en la oficina con su supuesta hija, la pequeña Maya quién rápidamente estrecha lazos con Rebecca. La pequeña impedirá que la asistente renuncie logrando que su padre y ella comiencen a acercarse cada vez más, pero las cosas no serán nada fáciles, Margot hará todo lo posible por arruinar la vida de ambos. ¿Logrará Rebecca descubrir el amor verdadero? ¿Podrá Maya afianzar su relación con Liam? ¿Qué estará Margot dispuesta a hacer para acabar con su ex? ¿Podrá el magnate más arrogante de Chicago dejar su pasado atrás?
Esta historia es la secuela de "La madre del hijo del CEO despiadado". En un inicio se narró cómo los caminos de Ángela y Archer se cruzaron una noche de lujuria, noche en la cual concibieron un bebé para luego nunca volver a verse hasta que ella supo la noticia y él no creyó su palabra. Ángela prometió vengarse y lo hizo justo en el cumpleaños de Archer, exponiéndolo frente a camara de televisión y medios de comunicación. Esta segunda parte también estará movida por el sentimiento de venganza pero, esta vez hay un cambio de roles, será Archer quién la buscará y quien querrá acabar con Ángela a la misma vez que se convierte en un excelente padre. ¿Podrá hacerlo? ¿Será capaz de destruir a la mujer que ama con locura, a la madre de su hijo? Descúbrelo en esta última parte.
Desde que tiene conciencia, Ana Reegan ha querido formar una hermosa familia pero sus planes no han salido como los esperaba. Los 30 ya se acercan y ella siente, cada vez más, la presión personal y social de convertirse en madre. La forma de hacerlo la tenía muy clara, hasta que, el día de su cumpleaños, en un bar, decide contarle a Alejandro Miller, su mejor amigo, todo lo que ha sentido por él desde el día en que se conocieron. ¿Aceptará Alejandro su propuesta? ¿Será él todo lo que ella esperaba o resultará que nunca llegó a conocerlo bien? ¿Podrá Ana cumplir su mayor sueño?.
Ángela es una chica introvertida la cual decide una noche irse de fiesta con su mejor amiga a un club, lo que no sabía es que esa noche conocería a Archer Spencer, el millonario que cambiaría su vida para siempre en una noche de lujuria. Luego de tres meses, ella descubre que está embarazada y grande es su sorpresa cuando se entera de que Archer no se hará responsable por el bebé viéndose obligada a ldesentendidouchar por sus propios recursos, pero, el destino tan inesperado como suele ser, la lleva un año y medio después a trabajar en la empresa de Archer sin ella saberlo. ¿Qué pasará? ¿La reconocerá Archer? ¿Asumirá él la responsabilidad de padre o se hará el ?
La vida de Paola cambia de la noche a la mañana cuando una compañera de su facultad le propone fingir ser la pareja de un millonario dueño de unas de las corporaciones más famosas del país, ella se ve obligada a aceptar dicha oferta a partir de un asalto a su padre en el que dicho millonario estuvo relacionado. Las ansias de investigar más sobre ello, la llevarán, sin darse cuenta, a que sus sentimientos por él salgan a flote. Una simple chica estudiante se convertirá en alguien conocida por todos de la noche a la mañana debido a una farsa. ¿Podrá con todo eso? ¿Será capaz de dejar los sentimientos a un lado? ¿Será este millonario el responsable de que su padre haya sido perseguido y disparado?
Nerea Jones es una chica acabada de graduar de la universidad que sale al mundo dispuesta a abrirse camino en el mundo empresarial, pero, esto no es tan fácil como ella lo cree. Su situación económica hace que se vea obligada a aceptar trabajar de niñera para uno de los CEOS más importantes, temidos y guapos de Seattle, Alex Black. Su vida se entrelazará con la de él conviviendo en la misma casa. Ella no tiene idea de que le tocará vivir un infierno a manos de este chico prepotente y egoísta cuando los sentimientos comiencen a tocar la puerta de su corazón. Ser profesional no va resultar tan sencillo como ella se espera.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
Después de ser incriminada por su novio y su mejor amiga, Nicole terminó pasando la noche con un misterioso extraño. Ella disfrutó mucho de la cita inesperada, pero cuando se despertó a la mañana siguiente, no pudo evitar sentirse mal por lo que había hecho. Sin embargo, toda la culpa que sentía se le pasó al ver el rostro del hombre que yacía a su lado. "Es realmente... hermoso", susurró, asombrada por lo que estaba viendo. La culpa se convirtió rápidamente en vergüenza, y eso le hizo dejarle al hombre un poco de dinero antes de irse. Kerr estaba asombrado. "¿Esa mujer trató de pagarme? ¿Como un prostituto?', pensó ofendido. "Pide al gerente del hotel el video de vigilancia", le ordenó a su asistente con tono autoritario. Tenía una expresión decidida en el rostro. "Quiero saber quién estuvo en mi habitación anoche, y cuando encuentre a esa mujer, ¡voy a enseñarle una lección!" ¿En qué terminará esta historia? ¡Averígüelo en El CEO Y SU ENCANTADOR HIJO en Manobook!
-Nuestro amor nos llevará a terminar como Romeo y Julieta. - ¿Juntos? - ¡No! Muertos. -Tú siempre tan romántica. -Y tú, tan estúpido. -Ya hablo doña perfecta. -Aunque te cueste reconocerlo, así que no pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo. Me retiro antes de que se me pegue lo malo, con permiso joven Sanz. -Hasta nunca B-R-U-J-A fea. Espero que choques en tu escoba voladora y te destroces el rostro para no volverte a ver la cara de mustia amargada que tienes. -Qué tus buenos deseos se te multipliquen insecto -grito la chica al salir corriendo de la casa para tratar de llegar lo más pronto a la parada y alcanzar el último autobús que la llevaría de regreso a la Universidad de Barcelona, donde estudiaba. Esto era tan solo una pequeña pelea a la que se tenía que enfrentar cada vez que se encontraban en la residencia de la familia Sanz o donde coincidieran, en donde había sido contratada como niñera del menor de los hijos de la familia. - ¿Podrás algún día dejar tranquila a "Mi Vale"? Sigue por ese camino y me voy a asegurar que papá te quite todas las tarjetas, congelé todas tus cuentas y de pasada te ponga a trabajar para que dejes de estar molestando a mi chica. - ¡Mocoso! Nadie pregunto tu opinión, ¡Cuidado y abres la boca o me desquitaré contigo! Deberías de estar de mi lado y no de un espantapájaros como ese que no es parte de tu familia y a duras penas conoces. -Mira, quien habla, el chico más estúpido que puede existir en toda la ciudad, si no fuera por tu cara bonita, nadie se fijaría en ti. Te aseguro que en esa cabeza no hay ni gota de masa encefálica de la cual puedas presumir como ella. - ¡Basta! Lárgate a tú cuarto o voy a acabar contigo en menos de un segundo. - ¡Huy! Ya se enojó el niño bonito. Te estaré vigilando, no vuelvas a molestar a Vale. Si ella se marcha por tu culpa, me aseguraré de cumplir todo lo que te he dicho y sabes que no bromeo HER-MA-NI-TO. ¿Quién se atrevía a desafiarlo de esa manera? ¡Claro!, otro Sanz, uno que por lo menos conocía el amor y respeto a las personas sin importar su clase social o personalidad. Para este chico todas las personas eran iguales, hasta que demostraran lo contrario.
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Durante diez años, Daniela colmó a su exesposo de un amor inquebrantable, solo para descubrir que no era más que un chiste para él. Humillada, pero decidida, se divorció de él. Tres meses después, Daniela regresó a lo grande. Ahora era la CEO oculta de una marca líder, una diseñadora codiciada y una rica magnate de la minería, y su éxito se reveló en su triunfal regreso. Toda la familia de su exesposo se abalanzó sobre ella, desesperada por implorar su perdón y suplicar otra oportunidad. Sin embargo, Daniela, ahora querida por el famoso Sr. Phillips, los miraba con gélido desdén y dijo: "Estoy fuera de su alcance".