-Mónica ven acá dame un abrazo te felicito hija. Dice la señora con cabellos castaños y ojos verdosos, que ve a su hija que acaba de llegar de su último día de preparatoria.
-Gracias mamá, me dejaras ir a la fiesta en la playa ¿Si mamá? Creo que me lo e ganado. La dulce y tierna Mónica que apenas tenía 16 años y era la más bella de todas las flores como le decía su mamá.
-Esta bien hija, creo que lo mereces luego de superar esta etapa de tu vida, enserio Mónica. Te felicito hija mía.
-Oye mamá pero sabes que, papá y tú deberían acompañarme, total ya saben que me siento más segura con ustedes y no me importa lo que digan.
-Ok mi Moni está bien iremos. Aunque ya su mamá tenía planeado hacerlo, pues Mónica era una niña que desde pequeña se comportaba bien y nunca había dado problemas.
Más tarde Mónica empezó a arreglarse con un vestido que le había comprado su mama y enserio se veía hermosa, era de color verde esmeralda que hacian que sus ojos verdosos igual a los de su mamá se vieran extremadamente más hermosos que de costumbre.
Pasaron dos horas cuando por fin Mónica sale de su habitación parecía toda una princesa o al menos sus padres así lo veían.
-Mama, papá no se queden sin decir nada, como me veo.
-Como todo una reina mi amor. Dijo su papá, deslumbrado por tanta belleza que hayo en su pequeña.
Al llegar a la fiesta estaban todos ahí Mónica bailaba y reía, como niña que era, y entonces llegó el momento de marcharse, y ellos no tenían ni idea que en vez de ser el día más feliz de su etapa, será la peor de sus pesadillas.
Caminaban al auto de su papá cuando de pronto se escuchó caer las llaves de el bolsillo de el señor Ignacio y se detuvieron. El papá de Mónica se llamaba Ignacio Montenegro y su esposa Regina Peralta.
Llegó un grupo de 5 hombres armados, ellos agarraron a la fuerza a los padres de Mónica ellos solo suplicaban que dejarán en paz a su hija.
-Mónica corre, ¡vete ya! Grita su mamá.
-¡Mami! Fue lo último que le escuchó decir Regina a su pequeña, ya que Mónica sintió como la agarraban a la fuerza para que viera como un hombre mato a su papá disparándole en la cabeza.
-¡Te amo! Dijo su mamá.
Otro de ellos ahorcaba a su mamá hasta dejarla sin aliento.
-alejen por favor déjenme en paz. Gritaba Mónica, pero no logro sacarse al hombre de encima dónde lo tenía.
La siguiente hora fue de horror esos cinco hombres que habían matado a sus padres ahora los tenía encima de ella, abusando de su cuerpo. Mónica era virgen y nunca había estado con nadie, y de eso se arrepintió, nunca quiso perder su virginidad con su novio por miedo, y está noche estaba siendo arrebatada por unas bestias salvajes.
Ella había visto sus rostros y al menos dos los había visto, en la estación de policía ya que era un pueblo muy chico y en dónde todos se conocen.
Y entonces, luego de que esas bestias la golpearan y la violaron, la tiraron a un lado de la carretera sin piedad, pero que clase de piedad podían tener esas basuras, la habían dejado muerta o al menos eso pensaban.