La noche que te conocí

•Alessandra Di Carlo

12 de febrero, un dia especial para mi y mi lindo James, 3 años de relación que para mi siempre fue color de rosa, quien creería todo lo oscuro y terrible que me ocultaba mi pareja...

Mi día comenzo siendo un poco ajetreado, preparándome para ir al departamento de James, queria sorprenderlo, queria darle el lindo reloj y camisetas que le habia comprado en España.

Acababa de regresar de mi viaje sin avisar y sorprenderlo. Conduje hasta su departamento, con unas películas, golosinas y los regalos, busco la llave de repuesto y abro la puerta.

- ¡Feliz aniversari..., ¿Que carajos?- mis ojos se llenan de lágrimas al verlo con mi supuesta mejor amiga sentada en sus piernas.

Se estaban besando... ¿Por qué me hacen esto?.

Al escucharme él la empuja y la hace caer al suelo, ella voltea y me mira con una sonrisa en el rostro y aires de superioridad.

- Cariño puedo explicarte, por favor escúchame, puedo explicarte todo- me mira con ojos suplicante.

- Dejala - Volteo a mirar a Camila hablarme - En algún momento tenia que enterarse de lo nuestro, entérate prefiere a una heredera y legítima hija a que una simple adoptada, entiende cariño, debemos estar con personas de nuestro nivel y una simple suertuda adoptada por una familia adinerada no llega ni con los tacones mas alto.- Dijo burlandose de mi.

No le respondí, me senti humillada, devastada y decepcionada con lo que acababa de presenciar, solo queria irme de ese lugar. Sali del departamento sin mirar atrás, James gritaba mi nombre y yo lo que mas queria era callarlo con una bofetada.

Entre en mi auto y salí de prisa de ese lugar, no estaba soportando todo, me derrumbe mientras conducia, no podia controlarme no dejaba de llorar y no podia respirar de lo agita, decidí estacionarme frente a un edificio que si mal no recordaba era la empresa de los Pellegrine, amigos de mi padre, no supe ni como llegue a ese lugar, ni siquiera vi en el lugar que me estacione.

Necesitaba llamar a mi hermana, necesitaba calmarme y hablar con ella me relajaría un poco.

Al segundo pitido Alessia me responde.

- Hola Ale, me llamas en un mal momento cariño, ¿Sucedio algo con el patán de James?- me dice algo nerviosa, en algo esta pero después lo averiguare.

- Me engaño, lo acabo de encontrar con Camila besandose Shia - mi llanto no sedia, despues de un rato de ella tratar calmarme un poco, procedi a contarle todo, como los encontré, como me humilló Camila, todo.

- Cariño cálmate, respira un poco para que puedas conducir a casa, sabia que habia algo entre ellos ¡Lo sabia!, Pero eso no va al caso en estos momentos respira un poco y ve a la casa, allá hablaremos muy bien, llamare a Alessandro de urgencia ¡Hay reunión de hermanos!- su voz logra calmar mi llanto y tranquilizar mi respiración, la conexión que existe entre mis hermanos y yo no tiene comparación con nada, ellos nunca me dejan sola y yo nunca los dejaré solo a ellos.

- Por favor esperame en la casa, ya salgo para allá, me siento un poco mas tranquila - Escucho como la corneta de un carro pita varias veces y decido no prestarle atención y seguir convenciendo a mi hermana que ya estoy tranquila hasta que unos golpes en mi ventana me sorprende.

-Shia nos vemos en casa, ya voy camino para alla, te quiero bye - le cuelgo sin dejarla responder y bajo la ventanilla.

- Sabias que esta estacionada en un lugar privado, necesito llegar a mi destino y usted me esta obstruyendo el paso de mi parqueadero - deje de prestarle atención a todo lo que me decia, quede hipnotizada con su atractivo físico, no podia dejar de mirarlos, sus ojos verdes me tenian hechizada.

- Hey linda, estoy hablando contigo - chasqueo sus dedos en mi cara, que me irrito en cuestión de segundo- ¿No te enseñaron a leer letreros? Con gusto te lo leo "Prohibido estacionarse, lugar privado".

- Primero no me llames linda, segundo lo siento no vi el letrero y tercero ¿no te enseñaron a ti a ser educado y hablarle con educación a una dama?, Imbécil. Con gusto te doy tu lugar preciado, idiota - no lo deje ni contestarme, encendí mi auto y arranque a toda velocidad para no escucharlo, habia pasado de estar triste a estar obstinada y amargada gracias a ese hombre.

Llegue a la casa de mis padres, que también es mi hogar, el auto de Alessia no estaba, pero el de Alessandro si, se supone que debería estar en la empresa, me imagino que Alessia lo llamo, me bajo del auto pero antes me limpie el rimel que tenia corrido para verme presentable sin que mis padres o Alessandro se dieran cuenta que estaba llorando.

Al entrar para mi buena suerte papá no estaba y madre se encontraba en el spa con sus amigas, subo corriendo a mi cuarto, todo me estaba volviendo a tumbar y solo queria hablar con Alessia, al entrar a mi habitación veo a Alessandro sentado en mi cama, se notaba que acababa de llegar, tenia el traje todavía puesto o salió de urgencia de la empresa, quien sabe lo que le diria Shia, Alessandro se esta encargando de una de las empresas de papá y al dejarlo a cargo, también le dejo mucho papeleo para que se pusiera al tanto con todo.

Al verme llegar se levanta y me observa fijamente, se que algo lo atormenta, me abraza y me transmite la paz y seguridad que mas necesitaba en estos momentos, me da un beso en la frente y me mira a los ojos.

- Cuentame todo, mi pequeña princesa de cristal - me abrazo y nos quedamos asi hasta que Alessia llego y nos abrazo a los dos.

No supe en que momento las lágrimas habian empezado a empapar mis mejillas, estando abrazada a ellos supe lo afortunada que era y la suerte que tuve al poder tener unos hermanos como ellos, duré un buen rato llorando mientras ellos me abrazaban y consolaban, hasta que mi llanto seso y pude proceder a contarles todo lo que sentí al verlos y escuchar lo que me dijo Camila...