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Él es un hombre de negocios y el siguiente plan era solo cuestión de dinero y bienes, pensó que no necesitaba nada más, Derek Brown un hombre seguro de si mismo con un pequeño toque de arrogancia pero muy dulce en el fondo. Ella Alexa James una mujer trabajadora con una carga demasiado grande sobre sus hombros, el plan que este hombre le propone podría ayudarla de muchas maneras, solucionaría varios problemas que tiene por encima. Descubre la historia de Derek y Alexa quienes por diferentes circunstancias de la vida terminan juntos descubriendo que a veces se puede estar "Comprando tu Amor".
Narra Alexa
El sol entra por mi ventana, el molesto ruido de la alarma no me despierta, estoy durmiendo tan cómodamente que podría quedarme así para siempre.
¡Sí claro! Eso es lo que una persona sin miedo a perder su empleo diría, pero ese no es mi caso, esta soy yo Alexa James, debo levantarme cada mañana lo más temprano posible para poder cumplir con todas mis obligaciones y no ser despedida ¿de donde? Pues de la empresa multinacional de publicidad y marketing mas reconocida del país.
Seguro se preguntarán cual es mi posición en dicha empresa, pues verán soy la asistente personal del actual jefe de todo este edificio, que por lo que he
escuchado murmurar en la oficina es el futuro heredero de todo lo que es este imperio empresarial.
Pero bueno volvamos a lo importante mi jefe es Derek Brown hijo menor del matrimonio Brown dueños de la empresa.
Él no es un tirano solo en ciertas ocasiones, normalmente es un hombre formal serio y respetuoso, aunque no pierde ese toque de arrogancia característico en él, que hace que todas las mujeres de esta oficina babeen por él, claro que yo también lo haría si no estuviera tan ocupada claro.
Es demasiado tarde corro apresuradamente por todo el pequeño departamento para poder encontrar todas mis cosas, me baño lo más rápido posible en menos de cinco minutos estoy lista no digo que me vea tan bien pero estoy presentable para el trabajo que es lo importante.
Trate de disimular un poco mis pronunciadas ojeras con un poco de maquillaje, debido a la falta de sueño constante están demasiado visibles.
Salí corriendo a la parada del metro, y no precisamente por la hora, mi vecindario no es el más seguro que digamos, pero es para lo qué me alcanza el dinero para pagar, el departamento es pequeño, solamente tiene una habitación y una pequeña cocina, el baño es pequeño también, esta en un edificio que no tiene muy buena facha, con decirles que ni siquiera tiene pintura, lo que queda de ella esta desprendiéndose de las paredes, pero como dije antes es para lo que me alcanza.
Y debería agregar, que debo dos meses de renta ayer por la tarde cuando llegue a casa había una advertencia, que si no pagaba al tercer mes de deuda sería desalojada, al menos agradezco que haya sido una hoja pegada en la puerta y no la administradora del edificio, una señora mayor y amargada.
Me subí al metro me senté en los asientos del fondo, tardaba al menos una hora en llegar a mi trabajo, pero hoy ya es tarde espero llegar a tiempo, me quede dormida organizando papeles para mi jefe hasta las tres de la mañana, el me pidió tener listos esos documentos para hoy en la tarde, así que decidí hacerlos por la noche así no tendría que quedarme hasta tarde en la oficina.
Llevo tres años trabajando en esta compañía, entre como aprendiz hasta escalar a ser asistente personal del jefe, aunque a mí me costo mucho llegar hasta aquí, la paga es buena pero a mi no me alcanza ese dinero.
Al fin logré llegar a mi trabajo, mientras el elevador sigue avanzando voy revisando que todos los papeles y documentos estén en orden, cuando las puertas se abrieron salí rápidamente de el.
-Buenos días Alexa- me saluda Isabel desde su escritorio, con una cálida sonrisa en su rostro.
-Buenos días Isa- la salude mientras dejaba carpetas en mi escritorio -¿llego el jefe?- le pregunte mientras arreglaba un poco mi cabello ya que viajar en metro siempre alborota mi cabello.
-No, él todavía no llega, tranquilízate- Isa es la secretaría de la oficina de presidencia, y yo asistente personal de presidencia, al menos me alegra tener una amiga.
-Me quedé dormida esta mañana- le dije – demasiadas cosas por hacer, en especial hoy-
-¿hoy?– se pregunto confundida la chica de tez morena clara y grandes y preciosos ojos negros frente a mí.
-Sí, hoy es martes- le contesté
-¡oh! Sí ya veo hoy es martes, entonces con más razón a darnos prisa para terminar todo a tiempo-
-Sabes que no tienes que hacer esto cada martes por mí, somos amigas y no quiero que pienses que me aprovecho de eso- le dije
-Buenos días- nos interrumpió una voz masculina muy bien, conocida por ambas, el dueño de esa voz apreció con su semblante serio y frío, aunque su voz siempre es amable.
-Buenos días señor Brown- respondimos ambas al mismo tiempo.
-Señorita James necesito que me acompañe a confirmar algunas cosas y que tome notas- dijo el como siempre usando su tono autoritario cuando da órdenes
-Entendido señor, ya tengo los reportes de las diferentes secciones de la empresa-
-Señor tiene junta de ejecutivos a las diez de la mañana- dijo Isa caminando junto a nosotros, íbamos a la oficina del señor Brown.
No se ni porque lo llamamos "señor" si el solamente era un par de años mayor que nosotras o al menos así parecía, seguramente ni siquiera pasa de los treinta, supongo que es porque es el jefe, jamás habíamos pasado de la simple relación de trabajo ni siquiera una platica fuera de eso.
Para mí estaba bien así, el era reservado y yo me enfocaba en mi trabajo.
El día transcurrió normal, ya son las seis de la tarde es hora de salida del trabajo y debo darme prisa, o también llegaré tarde a mi próximo destino.
El metro esta lleno así que debo esperar el siguiente, seguro si entro en este saldré sin mi dinero al finalizar el recorrido, por suerte el siguiente pasa en diez minutos.
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