Instalar APP HOT
Inicio / Romance / Entre Máscaras y Tentaciones.
Entre Máscaras y Tentaciones.

Entre Máscaras y Tentaciones.

5.0
15 Capítulo
851 Vistas
Leer ahora

Acerca de

Contenido

Dos famílias ambiciosas y un acuerdo millonario es todo lo que se necesita para cambiar la vida de dos personas. ¿Qué harías si un día te enteras que debes casarte por un acuerdo entre familias? Ella representa para él lo prohibido, lo insano y desconocido. Él es ese pecado que sabes que terminará condenando tu existencia y haciéndote arder en su propio infierno pero por el que prefieres quemarte mil veces. Dos caminos destinados a cruzarse, dos personas unidas por un contrato contra su voluntad. Si el karma existe, el de ellos sería amar aquello que juraron destruir hasta terminar ardiendo en el infierno de los labios que jamás debieron probar. Dos almas destinadas a encontrarse, se terminan deseando.

Capítulo 1 Un desconocido en la habitación.

Adhara

- Feliz cumpleaños Fresita.- La voz de Aarón hace eco en toda mi habitación a través de la llamada- ¿cómo está la pelirroja más hermosa que ilumina toda Escocia?

Río por lo bajo ante su efusividad a esta hora de la mañana, no me considero una persona perezosa pero definitivamente despertar el día de mi cumpleaños a las ocho de la mañana no es muy divertido que digamos.

- He estado mejor ¿Tú por qué tan feliz si odias levantarte tan temprano un domingo? - agrego vagamente.

Y lo entendía, ciertamente si. Si no hubiese llamado probablemente aún estuviese dejando babas por toda mi cama y no teniendo una conversación tan poco emocionante a estas horas.

- Te dijera, pero si lo hiciera de pronto pierde toda la diversión y deja de ser sorpresa.

Me incorporo espantada, ni en broma aceptaré eso. El concepto de diversión de Aarón siempre va al extremo. Tengo experiencias suficientes como para argumentar en su contra respecto a eso. La última vez terminamos siendo arrestados en ropa interior porque queríamos nadar. Si se tratase simplemente de nadar en un lugar cualquiera lo hubiese entendido y ahora solo me reiría, pero no, se nos ocurrió la brillante idea de pasear en el yate a las cuatro de la mañana por el mismísimo río Támesis, lanzar fuegos artificiales porque las nubes oscuras tapaban las estrellas y la Luna se sentía sola.

Solo diré algo de esta experiencia, fue vergonzoso. De ahí viene la expresión de horror que tengo ahora mismo en el rostro.

- Sea lo que sea, olvídalo. Mi padre está en la ciudad y no quiero mis fotos esposada en ropa interior en una comisaría rondando nuevamente por internet.

- Me estás matando Fresita, le quitas lo divertido a la vida.

- Vete a dormir Aarón, nos vemos en el almuerzo.

- Definitivamente necesitas mejorar esos gustos tuyos. Yo soy la bomba organizando fiestas baby. No valoras mi potencial.

Bajo la protesta sin cesar de Aarón le prometí que me pensaría si lo dejaba organizar el After de mi fiesta de cumpleaños, pero siendo sinceros no es como si hubiese tenido otra opción. Me arrope nuevamente y dormí plácidamente hasta que un mensaje de mi padre unas horas más tarde me despertó.

- Feliz cumpleaños linda, espero que descansaras bien. Necesito que estén listas pronto, Omar pasará a recogerlas en una y media. Besos papá.

Genial, como si arreglarse para ser el plato principal de un almuerzo de críticas fuese lo más sencillo del mundo.

Si ser presentada de manera oficial a los medios y personas de alto nivel no es lo suficientemente intimidante, sumemos a eso el hecho de que las personas más influyentes de la elite estarán allí e intentarán emparejarme con algún hijo de un político, canciller o algo así.

Por suerte no estaré sola en esa tortura, mi hermana también opina lo mismo al respecto y reconozco que es menos flexible respecto a verse obligada a aceptar un matrimonio por conveniencia.

Me levanto, tomo un baño y me pongo un juego de dormir de dos piezas para salir en busca de mi hermana.

Los pasillos de la mansión se sienten agradables cuando no hay personas recorriendo los salones, o los hombres de papá por cada esquina acechando como si viviese en una prisión.

Miro los alrededores y emergen en mi mente miles de recuerdos en este lugar.

Me imagino corriendo detrás de papá, quejándome porque mi hermana no quiere jugar conmigo o simplemente con la cara llena de chocolate de tanto escabullirme a robarlo la cocina mientras me preparaban mi pastel favorito.

Buenos recuerdos y magníficas sensaciones hacen vibrar mi pecho de alegría.

Recorro prácticamente media mansión para llegar desde mi habitación a la de mi hermana para felicitarla y forzarla a levantarse y así llegar a tiempo a los compromisos del día de hoy.

Cuando llego me recibe una puerta entreabierta con una habitación oscura y silenciosa.

No puedo creer que aún esté en modo oso a estás horas y me toque despertarla con ese mal genio que se trae cuando la levantan. A veces no sé si soy la hermana o la mamá gruñona en esta relación.

Entro y le pego un grito para hacer esto más rápido, además admito que amo molestarla y ver su cara malhumorada cada que hago esto.

- Alana, espero tener tu fea cara lista en treinta minutos para bajar, papá nos espera para almorzar.

Un gruñido ronco es la única respuesta que recibo del cuerpo que yace inerte bajo las sábanas.

No puedo creer que entre todos los días del mundo ella decidió emborracharse descomunalmente el día antes de nuestro cumpleaños, justo cuando sabe que estará toda la familia y socios de papá aquí para celebrarlo. Sabía que esa fiesta de anoche no era buena idea, debí traerla conmigo cuando regresé a la una de la mañana. Pero cómo hacerlo si la señorita se me desaparece.

- Alana levanta ese trasero de una maldita vez si no quieres que llame a Omar para que te saque a rastras de esa cama - demando con un tono autoritario en un vago intento de intimidarla.

Amenazarla con Omar siempre funciona, aún recuerdo el día que la lanzó en la bañera porque no quería levantarse.

Desde la cama una almohada es lanzada en mi dirección pero rebota contra la pared.

«Pero será idiota»

Supongo que será por las malas entonces. Doy media vuelta hacia las cortinas y las abro de un tirón, haciendo que se filtre de forma intensa los rayos del sol.

- Maldita sea déjame dormir demente.

¡Un momento! Esa no es la voz de mi hermana...

Cierro de golpe nuevamente las cortinas y comienzo a girar muy despacio hasta que mi mirada se encuentra con unos pies extraños.

Ok, definitivamente esos no son los pies de mi hermana, a menos que Alana sea como Fiona que se transforma en ogro y le cambie el cuerpo.

Mi mirada indiscreta va subiendo por el cuerpo de la persona que ocupa la cama de mi hermana, lo siguiente que veo son unas piernas fuertes y muy definidas, a medida que voy subiendo con la mirada estoy cada vez más tentada a comenzar a gritar que se ha colado un extraño, pero el maravilloso cuerpo que está prácticamente al descubierto dejando muy poco a la imaginación, me impide hacerlo.

«A mí me gustan mucho de esos»

A mí también querida conciencia.

Mi vista queda fija en su abdomen que sube y baja a un ritmo lento y pausado. Tiene unos abdominales muy bonitos, y de pronto se aloja en mí una enorme curiosidad de cómo se sentirá ese trabajado abdomen bajo la punta de mis dedos o de trazar las líneas que esculpen su cuerpo para apreciarlas suavemente y sin distancias.

Ok, definitivamente mis hormonas están revueltas y no estoy siendo objetiva.

Mis mejillas comienzan a calentarse cuando soy consciente de la tienda de campaña que llama mi atención «justo ahí» por su erección matutina. Esta situación me da demasiada vergüenza así que terminaré cuánto antes con esto porque sé que es imposible que mi hermana esté aquí con él.

- Lamento mucho molestarte pero ¿podrías decirme dónde está mi hermana?

- Crees que te puedes callar un rato o irte de una vez. ¿Te parezco niñero o qué?

Uhhh pero que grosero, menudo idiota a esta hora de la mañana.

Vale, mi hermana no está y el señor tienda de campaña no está siendo muy amable que digamos, así que mejor me largo de una vez.

Solo me pregunto cómo terminó él en la cama de mi hermana, y sobre todo, dónde estará metida ella.

Cuando me dispongo a salir de la habitación la puerta comienza a sonar con un leve toque.

No es posible que este día pueda empeorar más.

- Alana tu hermana te estaba buscando y papá se ha cansado de esperarlas, te espero abajo en una hora para llevarlas al yate.

Mierda, sabía que Omar vendría si me tardaba en bajar con mi hermana, pero si entra en la habitación estamos perdidas ambas. Ella por tener un chico en su cama y yo por estar en la habitación con un chico semidesnudo. Digamos que mi hermano raya lo obsesivo respecto a ser celoso y sobreprotector.

Al no recibir una respuesta su toque se vuelve cada vez más fuerte, pero no se que hacer para no dejar a mi hermana al descubierto.

- Alana ¿estás allí? Voy a pasar.

Tengo dos opciones; dejar que abra y descubra la ausencia de mi hermana o bien puedo intentar salvar la situación.

«Siento que tomarás la peor decisión»

Yo también pienso lo mismo conciencia, pero no hay de otra.

El bufido del chico que está a mis espaldas me pone en alerta.

- ¿Será que no se piensan callar en este lugar?

- Haz silencio. Si te atrapan aquí lo mínimo que harán será dejarte sin descendencia, eso asumiendo que mi hermano no haga que te maten - agrego susurrando.

Los toques en la puerta cesan, pero siento el tintineo de las llaves.

«Va a entrar»

Sin pensarlo dos veces me quito los zapatos y me lanzo corriendo a la cama para que no noten la ausencia de mi hermana.

- Pero qué te pasa loca. Quítate de encima de mí ahora mismo.

- No estoy haciendo esto a propósito, ese que está a punto de entrar es mi hermano y no asumirá nada bueno si te ve aquí con esa facha.

- Quítate, si tan necesitada estás vete a un baño y sácate las ganas pero no pienso dejar que te me lances encima como gata en celo.

Ni siquiera se ha levantado y ya me está insultando. Eso sí es tener mal genio matutino.

Pero que se ha creído este imbécil, necesitada quien, osea si está bien bueno pero quién se ha creído que es.

La puerta es abierta y escucho los pasos, el idiota no deja de hablar así que no sé como hacerlo que se calle.

- Cállate ya.

- No quiero.

En un movimiento desesperado acomodo mi cuerpo de manera tal que cubra el del chico y tapo su boca para que haga silencio de una vez, aprovechando que mi hermano está en la entrada y no logrará verlo.

- Alana levántate, papá las espera en el yate y me encargo llevarlas a tiempo.

El señor idiota comienza a moverse debajo de mí tratando de soltarse y me percato que en mi intento de salvarnos no calculé que su cuerpo estaba semidesnudo, ni que quedaría a horcajadas prácticamente sobre él. Así, si él comenzaba a moverse me hacía sentir partes de su cuerpo que definitivamente no quería sentir.

Sus iris ámbar hacen contacto visual con el azul de las mías y por un momento me deja sin aliento su rostro tan hermoso, no veo un ángulo malo en él.

Labios carnosos, un lunar en su mejilla y una nariz tan perfecta que bien podría decirse que es un rasgo de esas famosas familias aristocráticas. Todo eso acompañado de una mirada intensa que lejos de parecer un reproche por la situación en la que estamos me da impresión de que se está divirtiendo y disfruta mi incomodidad, mis mejillas cada vez arden más.

- Me iba a enojar, pero con las vistas que me estás ofreciendo me lo puedo pensar -indica señalando con la cabeza al espejo que hay detrás de mí.

Al estar sobre él, a horcajadas, con un diminuto vestido de dormir mi trasero queda expuesto en primera plana frente al espejo donde se ve como mis bragas se pierden en mi trasero.

Ok, yo pensaba que no podía pasar más vergüenza en esta vida pero cada día me supero un poco más.

Con la sábana nos tapo completamente para evitar que nos vean y cubrir mi cuerpo de su vista imprudente.

- No hagas ruido, si el te ve aquí sobre todo en esta posición eres hombre muerto. Así que cállate, por favor.

Omar se aleja de la puerta y comienza a caminar en dirección a la cama.

- ¿Alana estás despierta?

Entre la fricción que crea el roce de mi cuerpo con el de el chico y la tensión de ser descubierta por mi hermano estoy a punto de enloquecer.

Porque no podía ser una persona normal y explicar la situación sin complicarla.

- !SI ESTOY DESPIERTA¡- por un momento no controlo la situación y termino gritándole para que no avance más porque ahí si quedamos expuestos- Estoy desnuda puedes irte por favor.

- Perdón no tenía idea, solo no tardes.

Da media vuelta y se dirige hacia la puerta. No sin antes tropezar con mis amados zapatos que le presté anoche a mi hermana.

- Pss rojita ¿te acuerdas lo que dijiste hace un segundo?

- Que te calles te digo- susurro haciendo ademán de volver a tapar sus labios.

- Te he dicho que no quiero ¿harás algo al respecto?

¿Qué?

- ¿Dijiste algo Alana? - dice Omar girando nuevamente.

Pero porque regresa, dios mío qué karma estoy pagando yo tan caro.

- ¡QUE NO!

- Bueno, pero no grites mujer. Que culpa tengo yo que parezcas loca hablando sola- y así finalmente sale de la habitación.

El chico aprovecha mi distracción, metiendo sus manos bajo mi vestido y de imprevisto se apodera de mi boca.

Aplica presión sobre mi trasero para acercarme más a él mientras tira un poco fuerte de mi labio inferior haciendo que abra un poco más la boca y obtener mejor acceso.

Sus manos no se alejan de mi trasero provocando que el anterior sube y baja de nuestros cuerpos se sienta más intenso. Pero el beso nunca sucede, a pesar de que tiene mis labios entre sus dientes y él también respira ligeramente entrecortado.

La dura, cruda y para nada deliciosa realidad vuelve a hacerse presente volviéndome consciente de lo que estoy haciendo.

Mierda. Las malditas hormonas están revueltas desde esta mañana. Doy un respingo y me separo de él como si fuese un hierro caliente.

No me da tregua porque sujeta nuevamente mi cuerpo y en una rápida maniobra se gira y quedo debajo de su cuerpo.

Sujeta mis manos sobre mi cabeza y con la mano que le queda libre comienza a trazar la silueta de mi vestido de dormir deslizando un poco los tirantes por mis hombros.

«Es...Un...Extraño»

Me repito mentalmente.

- No me gustan las chicas fáciles ma belle. Gracias por las vistas matutinas, pero no te follaré no eres mi tipo.

«No me van las chicas fáciles»

Seguir leyendo
img Ver más comentarios en la APP
MoboReader
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY