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ACHE

2 Libros Publicados

Libros de ACHE

SS Stallion

SS Stallion

5.0

Cuento corto. Él bajo la mirada y sonrió suavemente.

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Noche purpura

Noche purpura

5.0

Es purpura. Rojo por el poder y Azul por la lealtad. La necesidad de encontrar los cubos es de lo que se trata todo esto ¿Te parece que todas esas personas murieron por nada? ¿Crees que ese desgraciado no tiene que pagar?. Por eso tiene que salir todo de acuerdo al plan, y si alguien se interpone, me encargaré personalmente. Todo iba casi en orden, hasta que apareció él, y todo, literalmente todo, se complicó.

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El Despertar de la Esposa Ignorada

El Despertar de la Esposa Ignorada

5.0

Mi matrimonio de seis años con Mateo era una cárcel helada. Él, siempre de espaldas, yo anhelando un amor que nunca llegó. Para el mundo, éramos la pareja perfecta; para mí, una soledad insoportable. Una noche, esa farsa se desmoronó. Lo encontré en la capilla privada, no rezando, sino besando febrilmente el retrato bizantino de su prima, Isabel. Susurró: "Isabel... mi santa, mi pecado". No me negaba su cuerpo por pureza, sino porque su obsesión era ella. ¡Mi marido era un hipócrita! Pero lo peor estaba por llegar. Isabel, la musa de su locura, no era menos cruel. Humillaciones públicas en la Feria, mi obra maestra artística destrozada a cuchillo. Y él, ¿qué hizo? La protegió. En el hospital, después de que Isabel me agrediera, ¡Mateo autorizó un injerto de mi propia piel para cubrir un rasguño de ella! Y más tarde, al elegir salvarla a ella en una explosión, mi amor, herido desde hace tiempo, finalmente murió. ¿Cómo pude amar a un monstruo así? ¿Qué hice para merecer este desprecio, este abandono total? Me sentía un objeto, despojada de mi dignidad y hasta de mi cuerpo. La rabia, fría y pura, era lo único vivo que quedaba en mí. Basta. Un amor así no me merece. Con el corazón hecho pedazos y la piel marcada, tomé una decisión: lo dejaría, buscaría mi libertad lejos de la jaula dorada y de las mentiras. Encontraría mi propia felicidad, una que no dependiera de la aprobación de nadie. Este infierno, para mí, acababa de terminar.

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Precio Que Pago Para Libertad

Precio Que Pago Para Libertad

5.0

Era el día de mi libertad. Acabábamos de pagar la última cuota de la mezcalería familiar, y al fin, después de años de soportar humillaciones insoportables, era libre. Entonces, la puerta se abrió de golpe y mi jefa, Luciana Salazar, me ordenó salir en medio de una tormenta infernal para conseguir una pomada especial para su amante, Iván, que solo tenía un rasguño. Mi vida se convirtió en un infierno de burlas, agresiones y desprecio; me quemaron, me hirieron, se rieron de mí, y me robaron lo único que me quedaba de mi abuela. Pero el golpe final llegó cuando Iván me apuñaló con un agitador de cócteles, y Luciana, sin dudarlo, me echó de su hacienda, creyendo su mentira y sin darme la oportunidad de explicarme. ¿Cómo era posible que mi dolor y mi sacrificio, todo lo que había aguantado por ella, no valiera nada frente a una mentira tan obvia? Mientras me desangraba, me juré que esta era la última vez que alguien me pisotearía, y que este dolor sería el precio justo por mi verdadera libertad.

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Mi Venganza Nace del Amor Roto

Mi Venganza Nace del Amor Roto

5.0

Hoy, mi algoritmo "Anima Conexión" debía elegir a mi socio. En mi vida pasada, este mismo día fue el inicio de mi infierno. Lo manipulé para que Ricardo Montemayor, el hombre que yo amaba con locura, fuera el elegido. Juntos construimos un imperio, solo para que él me despidiera y me humillara públicamente, acusándome de ser una farsante. "¡Por tu culpa, Sofía tuvo que casarse con otro y sufrir! ¡Ella era el amor de mi vida y tú te interpusiste con tus trucos! ¡Ahora paga por tus pecados!" me escupió, revelando su traición. Lo perdí todo: mi empresa, mi fortuna, mi dignidad. Morí sola, con el corazón roto, mientras Ricardo y Sofía anunciaban su compromiso. ¿Cómo pude ser tan ciega? ¿Cómo mi amor pudo cegarme ante su verdadera naturaleza? Pero el destino, o la energía de mi abuela, me dio una segunda oportunidad. Desperté de nuevo, con todos los recuerdos intactos. Esta vez, "Anima Conexión" elegiría libremente. Ricardo volvió a aparecer, tan arrogante como siempre. "Todos aquí sabemos que yo soy la única opción lógica. Saltémonos el teatro y anuncia mi nombre." Pero ya no era la misma Ximena. Mi algoritmo estaba listo para revelar la verdad, y yo, para enfrentarme a mi pasado.

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El Costo de la Codicia: Una Segunda Oportunidad

El Costo de la Codicia: Una Segunda Oportunidad

5.0

En mi vida pasada, morí apuñalada en el frío suelo de la bodega familiar. La cuchilla de podar se clavó en mi costado, y la sangre manchó las piedras, tan roja como el vino que tanto amaba. Mientras mi vida se escapaba, vi a mi prima Isabel susurrarle a Javier, mi prometido, con una sonrisa torcida. «Sofía, fue Javier quien les dijo que tu tratamiento era una estafa. Dijo que solo querías venderles productos caros», me confesó ella, antes de dejarme morir sola. El dolor era inmenso, pero la traición me helaba hasta los huesos: Javier, mi prometido, y mi propia prima. Me culparon, me empujaron, por haber salvado las viñas de los García con mi caro tratamiento orgánico, mientras Isabel prometía una solución barata y rápida con químicos. Pero esos químicos arrasaron las viñas, contaminaron la tierra y destruyeron todo. ¿Cómo pudimos ser tan ciegos? ¿Cómo mi propia familia y el hombre que amaba me entregarían a la muerte por avaricia y envidia? Ahora, abro los ojos, de vuelta en el mismo día, justo cuando los García suplican mi ayuda por la misma plaga. ¡Pero esta vez, no caeré en la misma trampa!

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Venganza de La Princesa

Venganza de La Princesa

5.0

El frío de la muerte todavía se aferraba a mis huesos, recordándome la sangre que se escapaba, llevándose la vida de mi hijo nonato. El dolor fantasma en mi vientre vacío se mezclaba con la traición de mi hermana Valentina y la indiferencia de mi esposo, el Príncipe Alejandro. Todo se me derrumbó: fui víctima de una "caída accidental" orquestada por Valentina que me robó a mi hijo y mi propia vida. ¿Cómo era posible tanto engaño? ¿Cómo pude ser tan ciega a la maldad que me rodeaba, especialmente la de aquellos a quienes más amaba? Pero contra todo pronóstico, abrí los ojos y el calor del sol me devolvió a la vida, a un momento crucial antes de que la tragedia me consumiera, dándome una segunda oportunidad para reescribir mi destino y el de aquellos que me traicionaron.

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La Vida Mentirosa: No perdonaré Nunca

La Vida Mentirosa: No perdonaré Nunca

5.0

Introducción Durante siete años, viví una farsa, creyendo ser la amada prometida de Máximo Castillo y la madre feliz de Leo. Mi rostro no era mío, mis recuerdos eran falsos; era la copia de una mujer muerta. Pero la mentira estalló en pedazos cuando la verdadera Sofía Salazar regresó en medio de una fiesta. Mi hijo, Leo, con la inocencia de sus siete años, la señaló y dijo: "Mamá, esa mujer no eres tú". El pánico se desató, Sofía cayó a la piscina, y Máximo, con una furia incomprensible, arrastró a nuestro hijo al borde. Él, que tenía un miedo terrible al agua, fue arrojado sin piedad al fondo. Lo saqué inerte, mientras Máximo consolaba a Sofía, y la televisión anunciaba que él celebraba su "séptimo aniversario" con ella. En ese instante, algo se rompió en mi cabeza y la verdad me golpeó como un aluvión: mi nombre era Lina Garcia, y Leo era el hijo de una violación atroz, no de un amor idílico. Máximo no solo me había engañado, sino que al enterarse de la muerte de Leo, se burló, arrojó sus cenizas al suelo y me mostró un informe falso de ADN, golpeándome brutalmente. ¿Cómo pude amar, o creer que amaba, a un monstruo capaz de tanto horror? Pero el destino tenía otros planes; los secretos finalmente salieron a la luz. Su tía Isabel reveló la verdad en su funeral: Leo era su hijo biológico, el ADN había sido falsificado por Sofía, y la misma Sofía había manipulado la medicación de su madre. Además, la herencia de Máximo, su imperio vinícola, ahora me pertenecía a mí. Con el dolor aún fresco, tomé mi lugar para desmantelar su imperio de mentiras y asegurar que cada uno pagara por sus crímenes. La sumisa "Sofía" había muerto con su hijo, y Lina Garcia, la verdadera Lina Garcia, se levantaría de las cenizas para reclamar justicia y su propia vida.

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Venganza de La Heredera Modesta

Venganza de La Heredera Modesta

5.0

El día de mi graduación se suponía que sería el inicio de mis sueños, pero se convirtió en la antesala de mi peor pesadilla. Mi propia hermana, Isabella, y mi mejor amigo, Mateo, me entregaron regalos envenenados: un amuleto de "buena suerte" y un ramo de flores, solo para que una alerta sobrenatural se materializara ante mis ojos, revelando su cruel complot. "¡No lo uses, Sofía!", "Tu amigo también es malo", "Perderás tu voz", "La becada triunfará", "Serás internada en un centro psiquiátrico, muriendo en el olvido". Sus sonrisas, antes cálidas, se transformaron en máscaras depredadoras, revelando la traición que se cocía a mis espaldas. ¿Muda? ¿Destrozada? ¿En un psiquiátrico? ¿Por qué esta maldad tan retorcida de quienes decía amar? ¿Y por qué justamente ahora, cuando mi carrera como cantante estaba a punto de despegar? En ese instante de revelación, con una calma que me sorprendió, supe que no caería en su trampa. El juego de ellos había terminado; ahora iniciaría el mío con la fuerza de un huracán.

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La millonaria Regresa A Proteger A su Hija

La millonaria Regresa A Proteger A su Hija

5.0

El sol de México brillaba sobre mi último acuerdo millonario, un triunfo para "Vinos de Ultramar S.A.", el imperio secreto que nadie en España conocía. Saboreaba mi vino, un "Bodegas del Sol", el mismo que producía mi otra empresa en La Rioja, pensando en mi hija Sofía. Llevaba meses lejos, construyendo este legado, y planeaba regresar para la vendimia. Pero justo cuando revisaba fotos en redes sociales, una invitación digital con flores doradas me detuvo el corazón. "Nos complace invitarles a la boda de Sofía de la Torre y Ricardo Vargas". ¿Ricardo Vargas? ¿Ese empresario cincuentón, casi en quiebra y con fama dudosa? La copa se me resbaló, el vino tinto esparciéndose como sangre en el mármol. Un frío infernal me recorrió. Mi hija, mi única Sofía, ¿casándose con un buitre? Volé a Logroño, solo para encontrar el caserón en silencio, invadido por mis tres "protegidos" -Mateo, Javier, Adrián-, los huérfanos que crié como hijos. Pero no estaban solos; Lucía, la hija de mi capataz, se reía en mi sillón, mientras ellos la adoraban. "¿Qué haces aquí? Creíamos que estabas en México", me espetó Mateo, un tono de fastidio en su voz. Pregunté por Sofía, y ellos se encogieron de hombros, "Ella tiene gustos extraños. Ricardo Vargas es un buen partido... para la bodega". Luego la vi entrar: Sofía, mi dulce Sofía, pálida, con los hombros encorvados y un horrible sarpullido rojo en la piel. "¡Es la hierba mora!", grité, al reconocer esa alergia que la atormentaba desde niña. Pero ellos se rieron, "¡Solo quiere llamar la atención! ¡Está fingiendo para arruinar el compromiso!". Me di cuenta: la estaban maltratando, drogando, forzándola a casarse con él para quedarse con mi bodega. La traición era tan descarada, tan cruel, que me dejó sin aliento. ¿Cómo podían estos a quienes crié y amé convertirse en los verdugos de mi propia hija? No entendía cómo mis supuestos hijos me hablaban de herederos con la hija de mi empleado, mientras mi propia sangre era entregada a un depredador. Me tomaron por muerta, por débil, por una mujer del pasado. Pero lo que presencié en mi propia casa, el estado de mi hija, la malicia en sus ojos... Me prometí que la protegería con todo lo que tenía. Y lo que tenía, era mucho más de lo que jamás imaginaron. Tomé mi teléfono, con una calma que los descolocó por completo. "¿Estáis seguros de que ya no tengo poder aquí?". "Mamá", susurró Sofía aferrada a mi brazo, sus ojos anegados en terror. Sentí la chispa de esperanza en su mirada. Y supe lo que tenía que hacer. Mi venganza apenas comenzaba.

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La Historia de los Asesinos

La Historia de los Asesinos

5.0

Era viernes por la tarde, un día que prometía la alegría habitual con mi hija. Mis suegros se llevaron a Luna, y una premonición me oprimió el pecho. Ricardo, mi esposo, desestimaba mis temores con condescendencia. «¡Estás exagerando!», me dijo. Pero su paciencia se quebró cuando le pedí que la trajera antes. Entonces, soltó esa frase mortal, casi como un pensamiento secundario. «Además, Isabel también irá. Ayudará a cuidarla». Isabel, esa mujer que mi esposo admiraba de forma inapropiada. La traición me golpeó como un rayo, la cena se volvió cenizas en mi boca. Las excusas de mis suegros al día siguiente, evitándome hablar con mi niña, solo alimentaron mi pánico. «Está durmiendo», decían, y el clic del teléfono al colgar resonaba como un disparo. La presa se rompió; grité a Ricardo: «¡Me están mintiendo!». Pero él defendió a su familia, a Isabel. «¡Cálmate de una vez! ¡Estás haciendo un escándalo por absolutamente nada!». Me sentí sola, atrapada en una pesadilla. Tomé el teléfono y, al llamar a Ricardo, escuché su risa cómplice con Isabel. «Tu esposa es tan intensa», dijo ella. Y él respondió: «Déjala. Ya se le pasará el berrinche. Está loca». El mundo se detuvo, el dolor era insoportable, pero Luna era lo único que importaba. «¿Dónde está mi hija?». «Está… con mis padres. Ya te lo dije. Deja de molestar», me interrumpió y colgó. Corrí a la policía, pero mis ruegos fueron en vano; dijeron que era una "disputa familiar" . Luego, una llamada del hospital: «Accidente… Luna Patterson». Corrí sin aliento, solo para encontrar un pequeño cuerpo bajo una sábana blanca, con su pulsera de listones. Ricardo, pálido, me gritó: «¡Tú tienes la culpa!». Ese fue el final. Mi dolor se transformó en rabia; la bofetada resonó en la morgue. La cámara de seguridad falló en el momento crucial, y mi suegra había autorizado la cremación. «¿Cómo pueden cremar a un niño sin la firma de ambos padres?». Entonces, recordé el bolso de Luna en el coche de Ricardo; Isabel tenía los documentos de mi hija. Esto no fue un accidente. Yo me encargaría de que él y los suyos pagaran.

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Mi Prima Venena, Ruina Todo

Mi Prima Venena, Ruina Todo

5.0

El aire en la caseta de la Feria de Abril, que antes fue escenario de nuestro amor, ahora apestaba a humillación y vino derramado. Llevaba tres días encerrada, con un traje de flamenca andrajoso que era una cruel burla a la bailaora que una vez fui. Máximo, el hombre que me prometió amor eterno, la razón de mi vida, me había encarcelado por la mentira de mi propia prima, Sasha, a quien di casa y trabajo. Me acusaron de sabotear sus negocios y de liberar a Duende, el caballo regalado, una falsedad tejida con la frialdad de su voz, que antes susurraba poemas. Fui obligada a servir a la élite andaluza, mientras Máximo consolaba públicamente a Sasha, quien envenenó su mente con cada palabra, haciendo que la desconfianza fuera el epitafio de nuestro amor. Mi padre, Ricardo Garcia, presenció mi degradación, priorizando la alianza comercial sobre la dignidad de su hija, su silencio una bofetada más. Mis entrañas rugían de hambre, mis pies descalzos se helaban en el suelo de madera, y las risas y los susurros de los invitados me reducían a un grotesco espectáculo. Luego, Máximo se fue de viaje, dejándome a merced de Sasha, que, con una sonrisa triunfal, fabricó pruebas de mi supuesta codicia para asegurar mi eterna desgracia ante sus ojos. Mi carrera como bailaora se desvaneció con cada mentira, y en un último acto de crueldad, Máximo ordenó que me pusieran un collar de perro. Cuando mi instinto de supervivencia me hizo resistir, Sasha me empujó, y mi cabeza golpeó la mesa, dejándome aturdida y con los huesos de mis manos y pies rotos en mi huida desesperada. Pero en ese abismo de dolor y traición, no era el fin, sino el incierto comienzo de una batalla por la verdad y la justicia que resonaría en toda España.

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