u
a distancia prudente. Paula es más hermosa de lo que recuerdo, los años le han venido bien, su pelo está corto, pero igual le asienta. Cuando me fijo
y la entiendo, es difícil de digerir para cualquiera. Pero debía sobreponerse a la sorpresa, aún debíamos hablar de muchas cosas, así que los subí a mi oficin
a Paula. Su cara me provoca risa una vez más, dice que casi no hay forma de diferenciarnos, a no ser por el lunar en mi quijada. La dej
ora de arte es porque am
dibuje y aquí doy clases, pero no
ara luego ponerme a
ién amo
n s
en mis brazos y me levanto para caminar ha
quién
conocerlo, sé que es imposible con su edad, per
eligente si se ha aprendido algo así, miro a Paula y ella sonríe orgullosa-. Y aquel... -Me señala a un cuadro que está al lado
on orgullo por el co
oces a los
aba a ver obras a los museos y galerías. Mami, tía y abuela me llevan cada vez q
presiones que pone en su carita matarían a cualquiera del corazón. Acaricio su cabecita y siento la mir
lta una risita-. Te voy a contar un secreto de este pintor que te gusta
ver
mujer, siento sus ojos en mí todo el tiempo, voy a prov
onocer su timidez, es hermosa. Mi hijo se acerc
es hermos
er sus trazos y solo asiente para empezar. Su mano es firme, veo que tiene talento al solo observar sus primeras líneas y se concen
i hermano y yo no somos de mostrar nuestra vida al mundo, nuestras redes sociales son algo cerradas. Aunque Vivian sí que es egocéntrica y no deja de poner fotos nuestras estando juntos de cuando éramo
ace poco tuve que estudiar hasta graduarme. Además, mi tiempo es para el niño, como pudiste
carecemos del filtro para decir lo que creo muchas veces. -Nos reímos-. Por ciert
mbién fue incorrecto lo que hizo Lucían. Como padres es nuestro deber enseñarle a nuestro hijo a lidiar
suave, pero fuerte y aunque me regañó, re