del tronco de un árbol y antes de darse cuenta ya se encontraba caminado en el suelo cubierto de hojas inertes y piedras filosas, gruñía cada vez que pis
ntraba poco a poco en sus recuerdos y estaba a
e» Dijo
ué? -Con
as no sanarían hasta un largo tiempo, llego a la entrada principal que estaba cerrada y sellada con las cintas amarillas, miro hacia el techo y le llamo la tensión una ventana que parecía estar abierta en
saltar tan alto?»
sintió en s
ino entre las pilas de papel que habían cerca de
r tu sufrimie
ir tales cosas? -Espeto mientras abría la
r» Cu
s años en su locura, Valery miro su habitación con los iconos amarillos con números de las evidencias y se aseguró de no mover muchas cosas, tomo unas medias de su cajón d
s heridas de mi cue
empre ha sido
ara que quieres a
termine mis deberes en la
calcetines y luego los botines negros que tomo de su armario, se levantó y miro sus manos pa
ie de la escalera estirándose en su cuerpo ennegrecido ,sus ojos rojos brillantes, la cola y curiosamente unas al
*
informe lógico de su caso, el hombre se frotaba las sienes mientras miraba ese trozo de carne negra que estaba metida en ese con
a cobrar! -Alterado daba vuelta
o en cuanto se levantó para
arse, lo se ella m
iene por ti Fre
todo esto-Tomo un ba
te a la niña sin dudarlo pero con solo un mes de nacida mato a un ciervo macho con sus propias manos y lo devoro como si fuera una compota. Aun así la refugiamos en nuestros brazos y nos arriesgarnos a ser asesinados por lo que habitaba en ella, un día, un fin de semana tal vez Melisa y yo trabajábamos en un proyecto fotográfico para National Geographic y Valery jugaba en el patio, algo la altero y ambos fuimos a socorrerla y allí apareció en carne y hueso lo que vivía en ella se liberó e intento matarnos por primera vez, tal vez por diversión pero logro matar a Melisa y apenas hizo eso yo tomo una vara de metal que estaba a mi alcance y se la clave en medio de la frente esa criatura se arrodillo enfrente de mí y resolló agresivamente mientras su cuerpo se iba desapareciendo, la vara cayó al suelo y Vale
individuos que comparten un cuerp
ro conseguir volverla su alia
e recibir una alerta policia
nsejo el anciano en lo que se acostaba de nuevo en
able pero si no era así ¿quién era?, abrumado salió de la librería y observó el cielo nocturno y el movimiento en la ciudad, se subió a su auto y lo encendió, ent
n los pasos tenebroso de lo que parecía ser una entidad desconocida hasta que abrió los ojos entre la tenue y fría luz de las farolas que entraban, era Bestia aquella