queña casa en Peugeot para dormir; debía esperar un taxi y el lugar concurrido más cercano para coger u
s de que sus ojos se alertaran al ver un auto de marca Audi acercarse con una velocidad alarma
sus manos dejando caer su bolso, para meterlas en los bolsillos de su chaqueta Ve
e lo habían transferido a Fallen siempre dejaba su armamento en la comis
descuidado y gordo de lo que parecía ser un hombre, aunque sus pechos sob
asson le miró la cara, esta era exuberantemente gorda y llena de granos negros q
fiero caminar -, alegó
mos que en verdad quiere el
uería subirse, tuvo unos 15 segundos de duda y
dar unos 4 metros Rend le puntualizó que vivía en Peugeot pero no en que casa, el hombre solo asintió con la cabeza. Condujo unos 7 ki
tados y punzantes. Con las manos todavía en los bolsillo
es la infinidad del universo y para luego estacionarse a un lado de la carretera; «Qu
char un chirrido de dolor y el estruendo que procedía de la caída del homb
ata de spray y le rocío la sustancia que estaba en esta en la cara, Rend instintivamente sacó la navaja segundos muy tarde e intento apu
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a la comisaria; estacionó su auto y tomo su copia de las llaves de la oficina suponiendo que sus compañeros se habían ido - ¡Pero no!- Heston se encontraba allí mira
í detective? ¿P
voz sutilmente irónica y atacante, destilando un olor inmundo a anís en
actuales homicidios y ojeo cada papel rápidamente, desde la muerte de Randy Meller hasta la de Howard Johnso
menos para la vista alcoholizada de Simpson, quién volvió a poner el papeleo en el fichero donde anteriormente estaba y se sentó, para luego recos
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tas se desvanecieron así de rápido como habían llegado; su piel se erizo y de manera inconsciente como si hubiera estado programado para salir tomo las llaves de su auto, uno de sus abrigos de terciopelo y su pistola. Subió a su For
tre dudas, se acercó a Simpson mientras apuntaba al frente con su revólver y detallaba cada cosa del lugar; alzo el cuello del detective esperando lo peor, pero todo estaba
miconsciente pudo girar y tratar de ver si alguien se encontraba allí
bre paja, amordazado y con las manos atadas con una especie de cinta metalizada a un pilar de madera en lo que parecía ser un granero. El gordo que le había cegado, estaba en frente de él sosteniendo una cofre,
stán en frente de usted; una forma de crear fuego, un instrumento de corte y uno de los dos sobres. Tienes 3 minutos desde ahor
s utilizándolas de una forma que las hacía parecer ganzúas arrastró la caja hacía él.
en menos tiempo que con el encendedor. El cuchillo carnicero es más manejable para mí que la catana en eso no tengo dudas. Pero ¿Qué voy a hacer con eso? ¿Que habrá en
y el sobre rojo! -Musitó con voz aguda y
nar de una puerta de metal ya oxidado, procediendo a esto el sonido de los pasos exuberantes de unos tacones y poco a poco la vista escasa del policía comenzó a precisar, la cerc
dos y aumentados estéticamente, notándose a simple vista su areola; su tez era blanca casi pálida y contaba con buena estatura (alta) y un pelo rizado de lo color negro rigorosamente abrillantado. Para en general trat
que sucedía, apuntando a Masson con su M16; este miraba fijamente la máscara para tratar de divisar algo reconocible en aquella mujer que solo le miraba sin decir nada. Así estuvi
enmascarada con una voz robótica y computarizada por un ecualizador,
do, mientras ella inhalaba
s meum et hic homo! ¡Son de ustedes! -Recito ella de nuevo mientras Re
davía tienes una oportunidad para vivir -, hizo una pausa y siguió hablando- ¡Lo
res con máscaras de avestruz y vestidos con túnicas negras, que en sus brazos cargaban una caja cada uno se colocaron verticalmente y soltaron lo que estas tenían en el suelo. (Cajas deo se disponía a objetar algo, el gordo abrió un sobre rojo y le dijo- ¡Elegiste un sobre rojo lo que se supone que te da la ventaja de poder eliminar a uno de ellos, apunta a alguno y yo lo mataré! -Masson in
ADA SEA
era mujer se fracturó dejando ver a plena vista su cerebro, los ojos del policía ce
cuchillo, Masson no intento nada pues lo apuntaban y todos los demás lo rodearon mientras el que al principio fue el secuestrador (el gordo) encendió u
e hacía Rend que desesperado con el cuchillo en mano retrocedía sin mirar atrás, los atacantes no intent
asi de inconciencia, pero no se percató que uno de los atacantes estaba a su lado izquierdo y cuando se dio cuenta fue muy tarde y solo sintió el punzante dolor del que provoco el
y los otros dos se acercaban a él empuñando las catanas. Uno de ellos alzó lo más alt
udió unas 15 veces seguidas. En ese momento se escuchó el chirrido del metal oxidado nuevamente y apareció la figura semidesnuda pero ahora con una capa emplumada de color
erna izquierda se acercaron a las dos figuras ya mencionadas y el otro con el cuchillo de carnicero picó lentamente un p
s copas estuvieron lo suficientemente llenas "el gordo y
y lo decapitaron, tomaron la cabeza por los pelos y se la entregaron a "La Samaritana"