img La venganza de un científico: Nueva vida  /  Capítulo 4 | 19.05%
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Historia

Capítulo 4

Palabras:1254    |    Actualizado en: Hoy, a las 15:17

Elara

ratorio profanado, su sonrisa enfermizamente dulce, la bandeja de donas un

z baja, peligrosamen

Valdés! Solo traía algunos bocadillos. Damián pensó que a todos les v

palabras cortantes-. La comida está estrictamente

us ojos se abrieron inocentemente, pero vi el brillo malicioso debajo de la fach

impecable bata de laboratorio. Su mano, en un torpe intento de "estabilizarse", rozó mi b

l restante de mi laboratorio. María se ade

e angustia. -¡Oh, Dios mío! ¡Lo siento tanto, tanto, Doctora Valdés! ¡Soy tan

camente-. Solo sal, Brenda. Ahora. Antes

de nuevo y Damián entró, su rostro una nube de tormenta. Observó

gruñido peligroso. Me agarró del brazo, su agarre m

r. -¡Ella hizo esto a propósito, Damián! ¡

icamente. La levantó en sus brazos, acunando su cabeza contra su pecho. -Mi pobre niñ

ficialmente al laboratorio como investigadora principal. Con efecto inmediato.

rcida venganza. Obligarme a trabaja

recuerdo de nuestro bebé, el dolor del aborto espontáneo, la aniquilación total de mi tra

re. Y si es tan brillante, puede decirte exactamente cuánto costará esterilizar y reiniciar todo el laboratorio por esta cont

os de Damián, sollozó. -Solo eran unas

incipal' es demasiado ignorante para entender los protocolos básicos de laboratorio? Ad

ndo a Brenda. Hubo un breve

os, secándose los ojos. -Yo lo limpiaré -declaró, agarrando una toalla de papel. Lueg

icado zumbido de la maquinaria se apagó en un silencio ominoso. María gritó: -¡No!

entos, sus rostros pálidos de pánico. Uno de ellos, el Dr. Chen, un brillante joven microbiólog

trina, enviando fragmentos de vidrio y especímenes preservados esparciéndose por

ió todo! -se lamentó Brenda, señaland

cristal. Miró al Dr. Chen, sus ojos ardiendo. -¡Estás despedido! -rugió-. ¡Fuera de mi laboratorio

r. Chen-. ¡Él no la empujó! ¡Ella se tiró! ¡Y acaba de destruir equ

¡No soportas que Brenda esté aquí, contribuyendo! ¡Siempre estás tratando de socavarla!

mi equipo, Damián! ¡Estás destruyendo años de investigación basándote en la

todos los daños, Elara! ¡Cada centavo! ¡Y si oigo una palabra m

, Damián! ¡Se trata de la integridad de la investigación científica! ¡Se trat

lara. Es solo un laboratorio. Podemos reconstruirlo. Lo importante es el b

-dijo, su voz débil-. Solo está estresada. Pero mis pobres don

ardias de seguridad que había traído. -Asegúrate de que cada científico en esta sal

joven becaria, con lágrimas corriendo por su ros

de intervenir. Pero los guardias de seguridad i

sonrisa engreída y triunfante se extendió por

soluto, me recorrió. No pensé. Solo actué. Pateé al guardia de segu

ruinadas y las arrojé, con todas mis fu

ú misma, pará

pegajoso y migas. Damián, momentánea

tro contorsionado en una má

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