mpre el showman, había dispuesto que un pequeño y destartalado sedán me recogiera. Era un marcado contraste con la elegante limusina negra en
salido por la ventana abierta de la limusina antes de que se alejara-. Demasiado lujo podría ser abrumador después de... bue
instalándose en mi estómago. La humillación era
, un símbolo de mi estatus reducido. Querían que lo sintiera en cada centímetro. Apoyé la cabeza en la ventana mugrienta, dejando que el mundo se desdibujara. Mi mente, sin em
aparecía sobre la colina. Probablemente ya estaban celebrando, brindando por
pulento de cuello grueso y
nde, s
rtando la mirada de la silue
e, mi voz plana, desprovista de infl
simplemente lo miré fijamente hasta que encontró mi mirada y lueg
de minutos. Y cuando lleguemos a la casa, necesitaré que me guarde esto. -Metí la mano en mi gastada bolsa de lona, sa
dócil, no a alguien que hiciera exigencias. Dudó, luego se encogió de hombros, probab
en una tienda de conveniencia y regresó unos
i salvavidas, mi primera conexión real con el mundo. Se sentía
sa, quiero que tome ese libro y lo entregue en una dirección que le daré. Discret
parecía
ué
ecesita llegar a alguien a quien le importan los libros. -Mis palabras estaban mezcladas con un
promesa de dinero extra
, señora.
ruida de fragilidad llenando el espacio. Pero por dentro, ya me estaba moviendo, ya estaba
imusina ya estaba estacionada, brillando bajo el sol de la tarde. Elías y Karla estaban en el
o más que la tarifa-. La dirección para el libro será un mensaje de texto en breve. Y recuerde
dando el dine
dido,
raída y el opulento entorno era marcado, una humillación calculada diseñada para recordarme dónde estaba.
í el celular de prepago vibrar en
situación. ¿
apado de mi apresurado moño. Mis ojos recorrieron la mansión, luego se posaron en Elías y Karla,
rápida, mis dedos so
gar. El show
spués, llegó
uán
vuelta a la casa, una sonrisa
lta. Esta noche, recor
la institución, quien había reconocido el fuego bajo las cenizas. Él fue quien me había ayudado a f
me habían dado tiempo. Tiempo para sanar, tiempo para aprender, tiempo para planear. Me habían dado una nueva
una máscara de resignación cansada. Este era mi escenar

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