El precio del legado olvidado / Capítulo 5 La Estrategia del Deseo y el Penthouse de Cristal | 14.71%e auditando fraudes; estaba involucrada en un asunto de seguridad internacional y crimen de guerra. Alexander Kirov h
o alimentaba la resistencia ética de Sofía. Si quería
gia" a las 9:00 p.m. en el penthouse personal de Alexa
moderno y frío, dominado por el vidrio y el acero, con vistas vertiginosas de l
n suéter de cuello alto de cashmere que acentuaba la amplitud de sus hombros. Había músi
eñalando una inmensa mesa táctica cubierta de mapas y diagrama
ignorando la atmósfera carg
ntrabando de misiles se filtra, los bancos cortarán la fina
s un plan -dijo él,
u presencia eclipsándola. Señaló un d
s barcos. Pero no es e
u brazo rozaba el de ella. El contacto era fugaz, suti
aja y concentrada, pero su enfoque sensorial parecía estar dividido
etals -sugirió Sofía, forzando la
ue no están en el libro limpio. Necesito tu habilidad para entrar en el
para eso necesito la clave
iego. La
l trabajo había terminad
mesa y dirigiéndose hacia una isla de cocina minim
especias y comida gourmet. Alexander no
reguntó Sofía, genu
tosuficiente, o morías de hambre. -Alexander sirvió dos platos: un plato de pel
Alexander observaba cómo comía, y Sof
lexander? -preguntó Sof
do la persuasión. Un hombre que te cocina es un hombre que es vulnerable, que es
lidad es tu m
es ser cortejada con amenaza
n la verdad a medias. La cortesía de Al
ca y el
ía un antiguo tocadiscos de madera y una pila de vinilos. Puso una
Le recordaba lo que había per
qué te
no fallar. De no perder este tr
rcó a ella, exte
conmigo
de música baja y luces de la ciudad,
a bailar
ano, su agarre firme-. Es parte de la coartada, ¿recuerdas? Necesito saber si po
o hacia sí. Alexander no bailaba con fluidez, sino con una rigid
igrosamente cerca. El calor de su cuerpo la envolvió, y Sofía sintió la electrici
n su oído-. Si no te relajas, parecerá una lucha. Y
alda, y la apretó, forzando una mayor cercanía. Sofía sintió el r
baile -sus
orma de que tú y yo sobrevivamos es q
a atrás y atrayéndola rápidamente hacia su pecho, terminando con su
desmoronaba. Él era la única persona en Moscú que no la veía como un fan
anzar con Kaspiy Metals -dijo Sofía, vol
o la soltó por completo. Ma
ía confiarte el cód
ue puede manipular las cifras
ética. Eres terr
ta su rostro, acariciando su mejilla. El toque
me una razón que me recuerde que tú eres m
espera. Él no quería una confesión de a
control. Y si intento traicionarte, no tengo
Una sonrisa genu
hermosa que has dich
e diferente al anterior. No fue un castigo o un sello. Fue una pregunta len
la confirmación de la pasión prohibida que ardía entre ellos. El beso se
ó Alexander, separándose apenas unos milímetros,
rostro recuperando la
encontrarás en la biografía de mi padre. Ahora, a trabajar, Señorita
e cruzar la línea ética, y que la recompensa no solo sería el arch

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