y correr hacia su auto. No esperó mi respuesta, no miró atrás. El auto negro rugió al cobrar

del anillo de compromiso en mi bolsillo se sentía más pesado que nunca, una broma cruel. Comencé a caminar, la lluvia

el terror apoderándose de mí. Instintivamente, mis dedos temblorosos buscaron el botón de marcación rápida

a Ga

ortiguado, escuché su

? ¡Te dije que estoy o

a por el terror, la mano del asaltante

dolor abrasador explotó en mi mejilla cuando una bofetada brutal me envió al suelo. Mis oído

i cabello, tirando de mi ca

o, mi cuerpo raspando contra el concreto áspero. El asaltante intentaba arrast

Era demasiado fuerte. La desesperación, fría y absoluta, m

un coro

¡Déjala

rida por la lluvia. El asaltante dudó, luego maldijo, empujándome violentamente al sue

n a mi lado, sus rostros

timó? -Una voz amable

dome al estudiante más cercano, enterrando mi cara en su hombro, sollozando violentamente.

lina de lágrimas. El Gabriel que amaba, el que me protegería, realmente se había ido. Era un fantasma, un producto

a y caliente, comencé a empacar mi maleta. Mis movimientos eran tranquilos,

que nunca sería. Una sonrisa retorcida y amarga tocó mis labios. Algunas cosas, me di cuenta, simplemente no estaban destinadas a llevarse adelante. Este anillo, este fantasma de una promesa,

osamente en la mesita de

ción, mi corazón sorp

heck-out, por favor -di

onista de noche s

? Tenga, un café para

risa genuina adornando mis

otel, dejando Madrid, dejando

sta de Gabr

razo de ella. Estábamos frente a su departamento, el aire frío picándo

do-, ¡hace un frío horrible! ¿No quieres ent

vulnerabilidad fabricada. Pero el grito angustiado de C

on rápidamente el titular: "Intento de asalto en el centro de Madrid, joven agredida". De

a. Mi Cata. El estómago se me fue a los pies. Recordé su llamada frenética, su grito.

is manos comenzaron a temblar. No.

a voz automatizada y escalofriante me informó: "Lo sentimos. El n

abras se estrellaron contra mí, sacándome el aire