img Compromiso Roto, Escape a Berlín  /  Capítulo 6 | 23.08%
Instalar App
Historia

Capítulo 6

Palabras:1088    |    Actualizado en: 08/12/2025

uminaron con una mezcla de shock y un deleite naciente. Arreba

s? -tartamudeó, su voz sin aliento por la emo

n los ojos

presa? -Prácticamente vibraba de emoción, una sonris

presa. Mi regalo de aniversario. Un testamento de mi amor, mi compromiso con nuestro

legría, atrayéndome

r juntos! ¡Realmente vienes a Madrid! -Estaba tan atrapado en su fantas

específica. No vio la carta de confirmación para la "Technische Universität B

, preciosos, pisos de dos habitaciones con vista. Podemos decorarlo, hacerlo nuestro. ¡Exploraremos todos los museos, comeremos en todos los restaurantes elegant

emoción. Solo un vacío profundo y doloroso. Sus palabras, una vez llenas de tant

"¿Recuerdas ese pequeño bistró que encontramos? ¡Tenemos que volver!". Él ya había vivido este fut

. -Su voz irrumpió en mis pensamientos

diera responder

por la emoción, cayó inmediatamente. U

-murmuró, sabiend

con una caja de pastel grande en la

a por ti. -Hizo un puchero-. ¡Me dejaste ll

ró, frotándos

ra no es un

jos se entrecerraron casi imperceptiblemente,

r. Gabriel estaba tan estresado, y yo solo trataba de ayudar. -Me ofreció

ron a mis costados

erfectamente. -Mi voz era una hoja tranq

iendo su alivio, lo empujó, entrando contoneándose al departamento. Puso el pastel e

velvet! Gabriel me dijo. -Sonrió

osamente dulce, cubriendo mi boca c

a mí ahora -dije, mi voz neutra

a de Bren

o que le encantaban las cosas dulces. Dijo que el red velvet er

luciendo desconcertado, completam

irar en esta atmósfera sofocante de mentiras

o un poc

da extendió la mano, cerrán

ue todos seamos amigos! -Trató de atraerme d

el equilibrio, haciéndome perder el mío. Soltó un pequeño grito, su cabeza golpeando el borde de la mes

ón. Acunó suavemente su cabeza, sus dedos buscando un golpe. Luego se volvió hacia mí, sus ojos ardi

pujaste? Me estaba acusando. Culpándome. Por su caída teatral. Por primera vez en nu

o las palabras murieron en mis labios. Recordé cada discusión que habíamos tenido, cada vez que había dicho: "Sie

ofunda que me dejó sin aliento. Cerré los ojos, una sola lágrima es

murmurando palabras tranquilizadoras, acariciando suav

da fría y disgustada-. Deberías saber comportarte, Cata. -Luego se

as de Brenda desaparecieron. Se sentó, frotándo

teando veneno-, parece que pe

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY