vista d
, pero la jaula era
de los barrotes. No apuntó a mi lengua. Apuntó a mi
hk
ró profundamente
Ah
o corta; cauteriza y envenena simultáneamente. Int
rrancó
no era el rojo brillante de un hum
a, con brillantes des
, cegada por su propio prejuicio y la tenue iluminaci
retrocediendo-. Realmente te estás pud
plata en polvo- y vació todo el c
a el mal!
a entró en mi torrente sanguín
n se pus
ndo. Las patadas frenéticas del bebé se habían r
la Diosa Luna. *Tómame a mí. Tom
vuelta y salió pavoneándose del calabozo,
ia sangre extraña y oscura.
am
s de Damián y mi cabello plateado, parado
ré al aire vacío-
as crujiero
irar hacia arriba. Solo
Diosa
profunda y
patrulla de la manada, estaba allí. Miró
a sangre y podredumbre, mi verdadero aroma -el aroma de la Loba Blanca- s
poder puro, de
No sabía por qué, pero sus instintos
u auri
osa-. La prisionera... la Solitaria. Se est
arco debajo de mí. El haz de
e... tiene oro.
a través del auricular del Guerr
solo el polvo de plata reflejándose. Está
deó Marcus-. Ella h
rden! -rug
ntre hinchado, que ahora es
a ley más fundamental. Dejar morir a un c
pretó lo
me, Alfa
ormó su mano en una garra parcial de lobo, gimiendo mientras la pla
ntó en
taba
corriendo hacia la salida-. Te l
olor estalló, manteniéndome at
co de la noche. La luna estaba
lo humano, su velocidad de lobo devora
atada las puertas dobles del hospit
cio le r
vacío. La recepció
án todos? -
débil y seca
Qu
... con Vict
sonal para atender a una sola mujer, dejándonos

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