e vista
vada en Acapulco detonó en un vi
artif
da la costa para la gala d
anes de industria y capos del bajo mundo- se mezclaban e
azos rodeando mi cintura, su barbil
rriba -ordenó
d, explotando para formar dos letras ent
&
d rugió en
ullo, caliente contra mi oído-.
tud, era un g
, era u
el ga
su casa estaba en orden, que su espos
as cámaras qu
reté m
es de sol, mis ojos dis
ces l
ni
ía que estu
apartamentos de lujo y suites de hotel, no se las
un vestido de un tono demasiado bril
aba fi
te, su mano se desli
sto s
amen
O tal vez sí, y l
os mujeres luchando en
-dijo Braulio, finalmente s
las dunas, le
hast
lo s
a la anfitriona. Yo era la Reina.
casa de playa, el bajo de la música de la f
antes d
bajos y venenosos
z temblorosa-. Dijiste que la deja
z de Braulio era cortante
ro, el sonido rasgando el aire salado-. No
edé h
té
había
ás oscuro. Una ruina persistente del acciden
la oscuridad, llorando en sus b
lor a su amante para que lo us
No hables de mi esposa. E
det
minó l
o gritó más fuerte
a la in
figura d
mos personas para él.
arena crujiendo suave
ído suf
rentarlo. No nece
peraban. Drama. E
lta y regres
ampaña fresca de un
cielo hasta que se desvaneció
era ap
lo que éramos ahor
era j
uitecta demole
sorbo
a li
y envié un últim
oy l
lateado y volví con mi esposo, sonriendo la sonris

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