La venganza de la heredera maldita: ¡ahora soy su pesadilla! / Capítulo 4 Cancelando el compromiso | 6.56%so antes de abrir los ojos, una extraña tensión le erizó la pi
a en su manga, con los músculos t
os, nada parecía am
y la miraban con ternura y dolor silencioso
s ojos se llenaron de lágrimas. "Naddie, gr
cía las manos, mostrando un nerviosismo inusual en él. "Ayer pasa
no podía perdonarse a sí mismo por no ha
ras su hermana adoptiva se llevaba todo lo de valor
antuvo a la familia unida. S
era simplemente
impia pero desgastada, y su mirada se fijó en un retrato su
de todo lo que había ocurr
desmoronaron tan rápid
trabajando en las so
r haber dormido: "No se preocupen. ¿M
lta se sintió extraño, com
a Nadine preguntar por su padre fue casi una
ó que ella había lle
onsiguió comer un poco de papilla, luego volvió a d
ación en su voz. Nadine
Toxina del Sueño de Décadas seguía siendo un reloj en cuenta regresiva en el cuerpo
iempo a menos que encontrara un
ena de esperanza. "Debes de estar hambrienta, Nadine.
leve sonrisa y se l
e listo para servirle el té o pasarles la comida,
rada suave y constante, como si temiera
convocaron hoy una reunión sobre el acuerdo matrimonial". Su voz se quebró por la vergü
se enderezó. "No te preocupes. Pase lo que pase, no
y se secó los labios con una serv
o matrimonial no era más
ación, Jacob", d
do. "Nadine, ¿quier
queño pero decidido. "Voy a
era importado de verdad esta alianza, nunca hab
el notorio heredero de una familia con una reputación e
la familia Clark le daban toda la justificac
.
tado cerca de la ventana, con una torment
su re
inutos desde la hora pr
er cuanto antes ese contrato sin sentido. Estaba a punto de levantarse e irse cua
ncido. Pero al instante siguiente, la
rseguía en sus sueños y llenaba los bocetos
la frontera de Urygan, fue su rostro el que vio justo antes de
irada, pensando que era simplemente molestia por el as
No perdamos el tiempo. El compromiso se acabó. Ya no tienes que preocuparte por ell
. Durante tres años implacables, había estad
a búsqueda, removió cielo y tierra en Uryga
ado estaba sentada justo frente
l forzar las palabras: "¿De
con un toque
escuchado, él tenía
n eran ciertos los ru
rlona. "No, no tengo ni idea de quién eres. Si eso es todo, señor
mesa y se dio la
l brazo para bloquearle el paso. "¿Quién dij

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