vista de

omisión, mi teléfono vibró con un

é con c

suave, vacilante e insta

an

ono sin dejar lugar a la familiaridad,

es. No nos tuteamos -reiteré

r. Vernos. Quizás podría

n susurro gélido-. Mañana estaremos en un e

nerabilidad ensayada fil

es perdonarlo? Salió herido por i

a fría m

teléfono a un Subjefe casado, en medio de un tiroteo, fue un simple error?

hacías, Bianca. Estabas man

silencio, un vacío

de que supiera su

urro letal y sedoso-, no eres más que una Asociada de

de que pudi

ier apareció en mi pantalla

tregua para la cumbre? Estás c

tacto, sin siquiera un parp

lpe seco sacudió la puerta

or la

nso con una cruda mezcla

puerta. Neces

declaré, mi voz ahogada pero fir

su voz elevándose-. ¡No

peligrosamente tranquila-. Vete, o l

al, antes de que sus pesados pa

una extraña sensación

sino por el hombre con e

da por una profunda se

, vibrando en la

ardo Va

e seguridad? -preguntó, su voz d

ldivia. Tod

te si eso cambia. Buena suer

ea se

amada social,

ado con la fría precis

has resonaron: Está