obligó a comprar. Era tan incómodo que, a cada instante tenía que andar
da prisa en el ascensor junto a un hombre
momento su te
sostenerme esta
a apresurada sacando su teléfono de
ersidad el que le estaba llamando p
iesen dado a elegir, ni loca elegiría esta empresa. Por culpa
ado a mi piso y no quiero retrasarme ni
ego de que su amigo se b
íbal que comerá carne humana
mó de inmediato y se disculpó. Ni siquiera la había recorda
emán. Por cierto, ¿por qué v
ñorita Dayana! Descuide, no tengo la intención de
Je
aba detrás de ella. Era imposible reconocerlo, ya que venía disfrazado con una sudadera negra,
Todo lo que ha escuchado
hombre al que solo he visto una vez y vestido con traje. Pens
despedida en
a oportunidad. Le prometo que algo com
ro serás castigada haciendo horas ext
e acuerd
rto, ¿Qu
ó la
n su oficina para que se prepare usted mism
le pago por holgazanear? Traer mi café
señor. Lamen
iscu
diablo. Lamenta que desde que se levantó, su día h
presente en mi oficina y me recuerde las acti
ado de llegar cuando el
do, señor
un segundo porque el ogro se pondrá furioso. Tiró su cartera en el e
aquí,
momento, es
dó los ojos cuan
pronto si ni siquiera tiempo tiene d
a salieron volando. Dayana actuó de inmediato y procedió a recogerlos, pues el hombre estaba de espaldas a ella y no quería que la culpara. Para su desgracia, justo en el momento en que el
de pie, estaba nerviosa, con su cara al color de un tomate y más cuando alzó la mirada y vio a su jefe que la obse
é su
tó Cár
stúpida obsesión de que las empleadas vistan arriba de la rodill
s piernas. Y es que Dayana apenas usaba un hilo, por lo tanto, sus nalgas q
alleroso y dese
chaqueta para amarrarla por detrás y cu
pleto en mi oficina? Si es así, pienso que ha
ltarlo... ni siquiera podía defenderse porque el idiota la despedirí
le su saco. -Puedes quedarte aquí si gustas, enviaré al chof
chaqueta porque dirían que estaban haciendo algo prohibido. Tampoco quería salir con su
iera personalmente. Por fortuna, cerca de la empresa había una tienda. Él fue y compró otro tr
ero a partir de ese momento había algo nuevo entre ellos, y es que habían
sientes incómoda, puedes desistir de ellos
a. Finalmente pudo recordarle lo
etirarte-
cuando escuchó aquellas palabras que jamás en su vi
aban coloradas y calientes, eran demasiado los sucesos de ese día y sentía que ya no podía estar más cerca de ese hombre que desde que llegó, a sus ojos lo

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