ka
ción de Nana, sus cenizas colocadas en un simple relicario de plata que colgué alrededor de mi cuello. S
el columbario, trazando su
a voz quebrada-. Pero no te preocupes. Van
en comprar, un lugar lleno de tres años de recuerdos fabricados. Mientras estaba parada afuera de la puerta, buscando mi llave
sintió como un golpe físico. Mi duelo, que había sido un man
ió. Era Antonio. Su sonrisa se desvaneció cuando
su tono plan
que entrara. Sentía los pies como plomo, pero
arza. Levantó la vista, su rostro de muñeca arreglado en una expresión de dulce preocupación. El brazo d
ón primal de una presa que siente a su depredador. El armario oscuro, l
entras se deslizaba hacia mí. Era aún más hermosa de lo que recordaba, su belle
ntras sus dedos rozaban mi piel, se inclinó
ma ratoncita patética
ecta de una de sus peroratas a
n fuerte, más bien un retroceso reflejo, pero Bianca era una maestra del teatro. Se tambale
ándose de lágrimas de cocodril
sión casual desapareció de los rostros de los gemelo
tras para proteger a Bianca. Me miró como si fuera un pedazo de ba
ticia". Sus palabras del club resonaron en mi mente. Esta era la actuaci
ije nada. Simplemente me di la vuelta para irme. No podía respirar en
como hierro. Era la primera vez que me ponía una mano encima con
o Manuel, sus ojos brillando con una luz cruel-. S
un registro peligrosamente bajo-. La hemos consen
arrastrarme por la sala, pasando por la cocina de con
endo? -Luché contra su ag
mario de almacenamiento. Lo abrió y reveló un espacio p
ujó ad
mientras retrocedía, mi vieja fobia subien
réplica perfecta del tormento que B
me tomó poder subir a un elevador sin hiperventilar. El hombre que me había abrazado durante mis pesad
e la puerta-. Piensa en ello como un castigo por un crimen que no cometiste. -Sus palabras eran un eco e
adura h
soluta. Sile
a con los puños hasta que mis nudillos queda
cupados de Bianca y los murmullos tranqui
a promesa susurrada, cada toque gentil se repetía en mi mente, ahora contaminado y grotesco. Todo había sido una mentira. Una actuación. H
iento íntimo y amoroso de mis miedos más profundos. Y mientras estaba sentada allí, asfixián

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