ulminante cortando la tensión mientras mi
a nunca se había
siderándola nada más que una heredera en quiebra qu
as traicioneras con elegancia, tragándose el orgull
l horizonte, ya no sentía la nec
a habitación con confianza hasta donde esta
nto, Noah abrió l
la se puso de pie de un sa
argada de los tonos melosos de una esposa que h
brazo de ella, con los ojos ligeramente entrecerrad
dad: "Está aquí porque yo la invité. Ha pasado mucho tiempo des
o una suma considerable. Fue Kyla quien intervino para resolver el embrollo, un hecho que
ecortada por un temblor fingido. "Quizás no debí haber ven
io media vuelta y ca
onteniéndose, la detuvo. "No, no
ba la escena desde un rincón, sinti
mujer, se sentía como una i
interior, y no podía que
ó, con una voz que sonaba más segur
que esté viejo, ¡pero todavía pienso con claridad!", dijo, lanzándole una rápida mirad
nció: "Y que quede muy claro: si me entero de que alguien aquí se atreve a tocarl
fuerza que las uñas se le clavaron en las p
ariada, se mo
a sentirse acorralado, es
ó con aspereza, mientras arrastraba
el anciano. Le temblaba la voz de rabia y todo su cuerpo
razo para que se apoyara y lo
no cargado de cansada resignación. "No se moleste
ndamente, con una mezcla de admiración y pesa
o que quisiera, no podía con
maltrato que s
mento del cajón y lo deslizó sob
vor, firma est
palabra "acciones" en e
profunda resignación. "No puedo aceptar esto", dijo. "Me casé con Noah sabiendo que su cora
ó con cautela: "¿Sadie, te arrepient
de vacilación, esbozó una sonrisa amarga y negó con la cabeza. "No, no m
amor por Noah era algo de lo
tido en una carga demasiado pesada, u
ó a firmar e
a, Nigel le entregó un
que, si la situación se volvía insostenib
incluso si eso significaba e
sión de los Wall, no regresó a la
refugió en un
con un dormitorio y una sala de estar. Le ofrecía l
ariño a aquel pequeño
taba libre de Noah y de los insop
revisó su lista de contactos, si
nto, no se le ocurría nadie que pu
a darle a Laura p
la invadió y, exasperada
aura la presionaba, le dirí
tranquila, Sadie se puso
aba en el vientre estuvo tranquil
absorta en la limpie
a
n vuelco. Vaciló un instant
te: "¿Dónde demonios te metiste, Sadie? ¿Por qué no estás e
isa amarga. "Ya que nos vamos a divorciar, no
oca para repl
Ya acepté el divorcio. No voy a aferrarme a ti. Así que
ó, dejándolo con la
oah se contraj
esa mujer a col
GOOGLE PLAY