cía que Isla se sintier
preguntó: "¿Te vas por tu cuenta
agarraron a Archie y lo forcejearon hacia la salida. Agitándose salvajemente, él gr
a a un lado. Isla se había colocado delant
ó a acercarse. "Estoy bien, mamá", le dijo en voz baja mientras la ayudaba a recostarse de nuevo sobre la almohada. La luz del celular de Sky
observaba el caos en su pantalla. Tras su breve encuentro
la salida del hospital, un auto que había estado merodeando acele
ese auto. Díganle a la policía que lo revise a fondo; la familia Harris pide r
. Hasta que no comprendiera quién era ella en rea
ediato,
nó en el aire, mezclado con los gritor favor, sub
vislumbró el desastre que había quedado atrás; sus labios se curvaron con in
le parecía una simp
l chofer rompió el silencio.
ntió con la cabeza. "Estoy bien.
go de su transporte, señora. Tengo ó
a, no pasó por alto la serena indi
n silbido bajo. "Jefe, ¿estoy viendo bien o de verdad m
inclinó hacia adelante. La tensión en su mirada se intensificó mien
reció un pequeño paquete. "Señor, es
n ha hecho demasiados movimientos últimamente.
inmediata: "¡Por
tró entrando de nuevo en la
eñora, el señor Brent Harris me pidió que le trajera esto antes de irse. Dijo que debía estar ag
ceptó el tazón y su
onitor: "Jefe, acabo de ver a una criada poner algo en l
ró y cerró la puerta sua
comunicación
. El aroma era fuerte y rico. Arrugó la nariz
evo en la cama, con un aire absurdamente regio. "Esto es de pa
irmes, le acercó la
o donde estaba acostado. En cuanto Isla desvió la mirad
nte ansiedad. De inmediato, dio la señ
ado varias cucharadas cuando una criada entró apresuradamente, con el rost
tame calentársela", se ofreció la
ue, en verdad, estaba frío. Se lo entregó a la criada y se volvió
embargo, un olor peculiar, tenue
el sonido de al
rubor antinatural le cubría las mejillas y el cuello. El pá
bía dado la noche anterior siguiera en su o
alarmada, le puso la palma de la
l cinturón estaba rígi
zcló con una oleada de vergüenza. Aunque ya lo había visto en
a al rostro mientras intent
go en esa sopa de pollo hab
ingún antído
a. Si no intervenía, ni siquiera sacarlo del c
er la calma en su voz, Isla habló. "Tranquilo, ¿de
l abdomen de él, recorriendo lo
fuerzos, la fiebre no h
momentos. "Espera, ¿por
na parte de ella quería salir corriendo de allí, pero sus
los brazos, pero la condic
a segui
ue voy a hacer. Llamaré a alguien para que te sumerjan en agua hel
ta y corrió ha
mido resonó en
hombre que se suponía inconscien
heodore d