de la finca de los Rossi, negándome a comer o

cent pesaban sobre mí como dos montañas

a mi alrededor, lanzándome breves miradas d

se coló por el hueco de las cortinas, p

e Diana. Ya mis lágrimas se habían secado desde hacía

lamó a la

urmuré dé

te se abrió.

staba ligeramente desabotonado y su r

a visita desd

e a mí en voz baja, "no pue

continuaron fijos e

o por nosotros, por la familia Rossi. La familia Visconti es dem

ilaban desprecio. "Lo hiciste por ti mismo, por Sophia, po

creas o no, esa es la verdad.

nada", le dije c

u bolsillo y lo colocó frente a mí. "Esta es un

atacado a Sophia debido a inestabilidad mental, pedía disculpas

uerpo tembló llenándose aún más de furia. Lancé el docume

hia no dejará esto pasar. Te demandará por difamación, y no solo enfren

refiero ir a la cárcel que d

hacia la ventana y me dio la espalda

, abrió un video

ran incendio. Los guardaespaldas de Vincent rodeaban la

do?". Un miedo enf

convertido en hielo mientras me miraba. "Sophia cree que

i dejando caer el teléfono. "Vincent, esa era la tiend

minutos para decidir. Firma la declaración, y me aseguraré de que la tienda de Diana esté a salvo. De lo

vían a caer. "Vincent, ¿cómo pudiste? ¡Ella es mi herm

ba culpa. "Tú te lo buscaste, Elena.

r. Pero en aquel momento,

, imaginando los años de arduo tra

. ¿Cómo podía dejar que s

o pudiste convertirte en este tip

o, pero la frialdad volvió a invadirlo. "

amé pero en aquel momento usaba mi

mó, como si el mundo mis

mi rostro. "Vincent, dime por qué pr

s diferente. Me salvó la vida, recibió un

or ella?". No podía creer lo que oía. "Vi

ansancio y dijo: "Pero tengo que ha

amiliar, solo podía

ez renunció a todo p

por los intereses familiares y a

ndos", le adv

las lágrimas caía

da de Diana, no

os ojos, con voz ro

mano temblaba mientras la tomaba,

é el documento. "¡Ahora haz que s

papel, lo miró y

suavizó instantáneamente. "Hola, Sophia, ¿qué pasa?

o dijo nada y se

lapsando en el suelo mientras la

una disculpa, sino que terminó co

mento, solo