ista de So
la casa que había aparecido en el vestíbulo. Su voz era tan afilada y fría como un cristal roto-. Bárbara necesita
able, mientras Bárbara me ofrecía una pequeña y trémula sonrisa de pura y venenosa victoria. Mi ma
estar agotada. V
mirada de profunda decepción, como si mi sola prese
permitía. El personal, leal al hombre que firmaba sus cheques, comenzó a sacar mi ropa, mis libros, mi vida, de la habitación q
ámicas de la ciudad y la cama donde nues
o a su elegida en su nueva guarida. Me encontró de pie en medio de la estrecha habitación de invi
metido a otra mujer en nuestra cama, A
a agotándose-. Bárbara necesita ser vista aqu
stra historia? ¿Qu
a ahora mismo! ¡Solo
ando el lanzamiento de la salida a bolsa, y cuando estaba en casa, estaba con Bárbara. Los oía reír en la sala, los veía compartir comidas en la terraza. Leonor se
e había instruido que preparara solo los alimentos del plan de dieta aprobado por Bárbara. Cuando intentaba hablar con Al
rategias con Leonor sobre la mejor manera de presentar a la "nueva familia" a la prensa. Veían al bebé de Bárbara como
en un hogar que ya no sentía como mío, llevando un
vado. Estaba pasando las manos por mis maquetas de arquitec
arse la vuelta-. Es una lástima
de renunciar a nada
ra mirarme, su expres
fía. Yo soy el futuro. Alejandro siente una responsabilidad hacia ti,
e, mis manos apretadas
esa de dibujo-. Pronto, este será el cuarto del bebé. Alejandro y yo lo está
da por una rabia al rojo vivo. No sabía qué pretendía hacer, solo qu
mi brazo, tirando de mí hacia atrás. Era Alejandro. Había
a Bárbara como si yo fuera la amen
tás haciendo? -exigió, s
Bárbara, agarrándose el estómago y retroce
luchando contra su ag
n suavizándose con preocupación. Corrió a su lado, ayudándola a se
mento de vacilación, le cr
lo por la salida a bolsa. No era un arreglo temporal
o tocó. Entró con el aire de una carcelera, con mis padre
voz desprovista de cualquier emoción-. Tu inestabilidad
sobre el pequeño es
rmanecerás casada hasta después de la salida a bolsa. No harás declaraciones públicas. Cederás
el golpe fina
infiel a mi hijo. Dijo que le confesaste que tu hijo podría no ser de Alejandro. Dado tu arrebato vio
eló la
a. Es una ment
ercepción es lo que importa. Por lo tanto, v
s padres adoptivos. No me miraban a los ojos. Eran cómplices. Me esta
o la cabeza con incredu
or se curvaron en
añana por la mañana. Puedes entrar por tu pro