de una sola dosis: el Elixir de Pétalo Lunar. Mi esposo, el Alfa Javier, había inte
desvanecía poco a poco, escuché la orden
étalo Lunar a la mad
rte". Tenía una familia secreta. Los últimos tres años de su amoroso
rado hogar de mis padres con su amante y su hijo. Planeaba decirle a la manada que mi
y moribunda. No tenía ni idea de la
agonía fue insoportable, pero salí de esa casa de mentiras, dejando atrás
ítu
LINA
uejumbroso en el fondo de mi mente, y encadenaba mi cuerpo a esta cama. Pero hoy, había esperanza. Un único y perfecto brote de Pétalo L
ra algo frágil
podía cortar: el Vínculo de Pareja. Era un hilo débil y deshilachado que me conectaba con mi esposo,
silencio. Pero el vínculo entre Parejas se supone que es un canal sagrado y privado. El mío con Javier se
cedor, no destinado a mí. Se estaba conectando mentalmen
madre de Elena Campos", ordenó la voz
. Mi mente se sentía nublada,
de confusión. "Pero Alfa... el elixir era pa
io veneno. Mi corazón, que normalmente latía tan d
magen breve y nítida de mi propio rostro pálido, rápidamente apartada. "Elena me di
h
Tenía un hijo con otra mujer. La revelación no llegó con un torrent
verdad en años, soltó un largo y lastimero
a, me sostenía la mano mientras yo temblaba de fiebre. Le dijo a la manada que estaba haciendo to
a era más suave, llena de la risa de una mujer y el feliz ba
u papi", ronroneó la voz de E
que no había escuchado dirigido a mí en años. "Solo teng
silencio en la habita
o una máscara perfecta de amorosa preocupación. Era guapo, con cabello oscuro y
amor?", preguntó, su v
mero. No era el olor de los asuntos de la manada, de documentos y sudor de
surré, las palabras arañ
ás hablando? Estuve en u
, mi voz ganando una pizca de
que lo ocultara. Pensó que mis sentidos estaba
ente. Mis padres, el anterior Alfa y Luna, habían construido un hogar poderoso, la casona del Alfa. Como su única hija, mi sangre estaba ligad
enc
el consejo. Estaba meciendo a un niño pequeño de cabello oscuro en su rodilla. Tadeo. Elena estaba a su lado, radiante, y alrededor de su cuello había una c
mitorio de mis padres. En su cama. La santidad del lugar estaba
enazaba con aplastarme. Pero debajo del dol
onado. Había deshonrado
ada en mi mesita de noche. Una runa de comunicación. Presion
tactando a la hermana de mi madre en la vecina Manada de la Piedra Negra. "L
e furia y dolor, resonó en mi ment
quí, en esta cama de mentiras. Iría a la Manada de la Piedra Negra. Y encontraría una maner