a piel mientras hablaba, despertando e
zada de incomodidad y un rubor
, divertido por su nervios
preguntó. "¿Por qué te pones tan nerviosa?".
ción al instante: Jeffrey
rgen, pero confesarlo le res
tendido, soltó una respuesta impul
ste acercarte ta
guetón, le dio una fir
tante en respuesta a ese simple contacto. Incluso el
o y continuó con el juego. "Señor Yates, ¿cómo es q
óbulo de la oreja y le susurró: "¿Quieres que busquemos
, creando una atmósfera cada
por alejarse, recelosos de escuch
national, no era un secreto que Blain
a, incapaz de cerrar el trato con Blaine, ahora coqueteaba abiertament
medio de la opulenta multitud, manten
n una calma estudiada, esperando pacientemente a que Ver
nunca se acercó, solo los jinetes más
ió comprender algo y gir
y y Verena estaban montados en el mismo
artiendo un momento íntimo con Jeffrey, quien le correspo
e el caballo, una oleada de celos lo invadió. Apretó las rie
a los vestidores para cambiarse. Consideraba seri
omento, Blaine irrump
Jeffrey?". Sin dejarse intimidar, Verena lo encaró, devolviéndole una mirada igual de furiosa. "¿Y por qu
n grito, resonaron e
a la osadía de interrogarla de esa manera, cu
Blaine. Percibía una conexión entre Verena y Jeffrey
impulso. Olvidando toda su
on una respuesta feroz: ella le mordió
necesidades, búscala a ella". "¡Deja tus
abrigo y abrió la puerta, dispuesta a marcharse. Bl
hora mismo", le suplicó, alcan
y profunda interrumpió el tenso momento. "P
ecable, de pie junto a la puerta. Su mirada, fría y cortante, recorrió la escena: ambos en p