Scarlett se instaló cómodamen
nscurrió apa
ltraban a través de las cortinas, Ethan bajaba las escaleras. Justo en
o, unos panecillos al vapor y
da mientras se quitaba el delantal y lo dejaba a un lado. "No
una porción generosa, pues recordaba el gran ap
e anterior, por lo que no se sorprendió. Se sentó y tomó un panecillo
asa fina y suave libe
rutar tanto de algo tan senci
lenos. Este no me gust
contuvo una sonrisa y bajó la vista. Luego prob
futuro, así que resolvió en sile
a, Ethan sacó una tarjeta de su bolsillo
pudo ocultar
reverso", dijo Ethan, sin más explicaciones. "A partir de ahora,
tu sueldo?", preguntó
nocerse. Incluso casados, eran
a alguien a quien apenas conocía? ¿Era in
mi esposa, es natural que t
solo un señuelo, una medid
, pero le había advertido a Greg que depositara solo
es, su curiosidad se centraría, s
ajo a pagar por evaluar s
simplemente la consideraría una
o en la cocina le había ca
Scarlett sintió que su corazón se
recta y guardó la tarjeta. "Ten por seg
laban como pétalos cubiertos de rocío. Su sonrisa, com
Lo que decidas compr
o pudo evitar la sensación de
os platos rápidamente y tomó
había tomado un día libre,
ió pasar por el hospital para visitar
cernió sobre ella. La voz gélida de Ethan r
! Soy diseñadora en el estudio de arquitectura Timberland. Queda
n había tomado la ruta hacia el norte. Dada la ubicación
e. Miró su reloj y dijo: "Todavía es temprano. Te llevo. Tómalo como u
De todos modos, iba a cocina
echazar su oferta. Si aceptaba,
icola sin que él estuviera de acuerd
que Nicola se decepcion
su negativa, Ethan ya había salido
servando su actitud reservada, se
o, ni siquiera cuando el ascensor
to, Ethan se dirigió a su asiento, e
uerta del copiloto y recordó el gesto galan
los labios. Justo cuando Scarlett iba a abrir l
por sorpresa. Se quedó inmóvil por un in
r instinto debido al dolor agudo, ta
zado. "¿Estás bien? L
que algo así
s, pero forzó una sonrisa e intentó hacer un
s le impidió hablar, y su so
o cuidado, la levantó en brazos y la acomodó en el asiento del copiloto. Su tacto, aunqu
e suave pero firme. Sus dedos temblaron lig
tor cobró vida y salieron del estacionamiento subterrán
trayecto; un silencio denso, carga
amortiguado el golpe y
icola estaba internada precisamente
upada por su abuela
ar, pero ella lo rechazó con amabilidad
l ceño y pregun
a, mientras jugueteaba nerviosame
orosamente consciente de la in
uidado se sentía ahora extrañamente íntimo, provo