a, se convirtió en una sensación de la noche a la mañana. La narrativa era perfecta: una viu
ada titular era sobre Isabela. Cada artículo presentaba un
un propósito único, sacando mi ropa del armari
a húmedo de la ducha. Vio las ma
stás ha
armario -dij
un destello de aliv
rición pública en el lanzamiento de la Torr
mi proyecto. La había
es que
de alivio a orden-. Como arquitecta seni
onido agudo
e ahí y sonría mientras ella se
ro se e
Clara. Es mi cuñada
er besar a tu cuñada
ro se o
borrachos.
emio también
o Isabela -espetó-. Es dulce y co
pareció en la puerta, luciendo
? ¡Damián dijo que v
con triunfo. Sabía exactam
nada del mundo -dije, m
bela se aferró a mi brazo, fingiendo que
a mí -le dijo efusivamente a un rep
tiramiento tenso y do
l que conectaba dos secciones de la torre, a cientos de metros
abela alegremente, subiend
do fingido hacía temblar el puente. Varias veces,
idado -le advert
con una sonrisa bu
eocupes, e
su mano se disparó y agarró mi línea de seguridad. El
ídos. Golpeé la red de seguridad de abajo con un ruido sordo y n
de dolor, vi a Damián
riendo a
inconsciente" en el puente. La tomó en s
al gerente del sitio-. ¿Así e
esuró, disculpán
lvió en sus bra
cho miedo
a respiración una agonía. Nadie me mirab
un paramédic
Estamos llamando a una
reve segundo, su expresión fría y molesta,
ió a mi lado, con lágrima
volvió hacia Isabela-. ¡
su rostro en el
Ella me
ia una mirada que pod
ebió tener más cuidado. Ahora m
ro no era nada comparado con el dolor
el cielo, mi torre, y una sola lágrima se escapó y