dijo una palabra más. La vol
no sangrante. Colocó los restos sobre su tocador, tratando de unirlos, pero era impo
de seda. Encontraría a un maestro artesano para arreglar
apoyada en el marco, con una mirada
un susurro burlón-. Él y Antonio, les encanta ve
ti -respondió Alexia, con voz cansada-.
ndra
sando. Y pronto, tú estarás completamente fuera
nte. Se levantó para irse, per
e crees
-dijo Alexia, su voz
agarró del brazo. Alexia la empuj
on con un shock teatral. Soltó un grito agudo mien
sonó en la sile
Antonio estaban allí, corri
Jacobo, acunánd
ya estaba
as escaleras! Dijo... dijo que no me
an decepcionados. Por una fracción de segundo, Alexia lo vio de nuevo: ese destello de oscu
su rostro convirtiéndose e
coche. Vamo
dos guardaespaldas q
a Alexia-, necesita que le enseñen
ndo? -La sangre d
dijo Jacobo, su voz escalofriantemente tra
. Estaban t
ndo! -gritó Alexia, retrocediendo mi
pie junto a su padre-. Solo estás celosa, mamá. Este es tu cast
s la agarraron. L
s! ¡Se arrepentirán de esto! -chill
o, sus ojos se encontraron con los de Jacobo. Él estaba obse
la so
en todo su cuerpo al golpear los escalones de má
imo que vio fue a Jacobo y Antonio. E
su voz llena de una inquietante especie de felicida
último sonido que escuchó mie
hecho trizas y pisoteado en el suelo. Todo
na prisión familiar y estéril. Cada ce
era revisa
to. Su esposo estaba muy preocupa
crisparon. Era un bue
to de despertar -continuó la enfermera, ajena a todo-. Dijo qu
salió como una tos dolorosa. Por supuesto que se fue. La
ara. Sabía dónde estaba. Estaba co
recuperándose sola. El dolor físico era i
con un acuerdo de divorcio. Lo firmó sin pensarlo dos veces, su mano
sandra, pareciendo una familia feliz. El brazo de Kassandra
irmados en su mano, respiró
la carpeta