un extraño. Las fotos en las que salíamos sonriendo colgaban de las paredes, como si se burlaran de mí.
perfecto. Entró, sonriendo, y vino directamen
favoritas? -preguntó, con su m
contacto, pero forc
bien, sol
Luego regresó con un vaso de té de tila tibio-.
ado a sus amigos con una diversión tan cruel apenas unas horas antes. Se me revolvió
án -contesté, mi vo
u sonrisa tensándose en los labios-. ¿No q
esas palabras
-volví a negarme, apart
so se desvaneció, reemplazada por un destello de furia. Fue tan
su voz era baja y firme. No er
beber, el líquido tibio y ligeramente dulce deslizándose p
Mis extremidades se sentían como plomo, mis pár
starme -murmuré, mis p
, su tacto ahora se sentía c
riño. Tú so
onsciente de otras figuras en la habitación, cuyas sombras se
Sabía que me habían violado, una profunda y primitiva sensación de que algo estaba mal qu
y caminé hacia la estantería de la sala. Escondida detrás de una fila de novelas clásicas había una pequeña caja negra. Era una cáma
top. Mis manos estaban firmes. Tenía que ver. Nece
a que vi movimientos en la imagen. La grabaci
r a dos personas en la casa. Mi corazón dio
ón, mientras estaban de pie sobre
con odio pur
pacífica. E
con voz casual-. Funciona de ma
on una sonrisa la
do es dócil. Esto hace la
ero de sumisión", como lo llama elegantemente Lalo. Quiero asegurarme de que funcione a la perfección en l
aneando esto durante semanas, drogándome, pr
o, Elisa? -preguntó Lal
Le llenó la cabeza con ideas de una vida normal, una fami
con una expresión
ría hacerm
cuadro. Un hombre que no reconocí
dispuesto a pagar mucho dinero por una "prueba" antes
uando Elisa "regrese" oficialmente
tomaba una muestra del interio
el sedante, para asegurarme de que
ado en un pequ
tá completame
onspiración, finalizando sus planes para mi degradación pública. Luego D
de mis labios. Su depravación era espantosa. Esto no era solo una ap
orzando la desesperación a bajar.
ue se abría la p
¡Llegué
Da
pidamente guardé la laptop, co
, tratando de mant
ró, so
ti. Parecías tan ida an
razón latiendo con fuerza-
estar co
ubir un minuto a
de supervivencia se activaron. Su celular estaba
ña era el cumpleaños d
oté algo: un ligero brillo en la parte inferior de la pantalla. Presioné mi pulgar sobre él y
que no reconocí. La primera persona en su lista de prioridades era Elisa.
at grupal y hi
po me dejó sin al
sta de