rente a mí, su expresión seria. No había cambiado mucho en cinco años: seguía con los mismos
sado, solo un currículum brillante que fabriqué basándome en tu trabajo real. Tendrás un nuevo pasapo
Kate. Sonaba extraño.
e que eras", dijo con una pequeña
Se sentía más como una jaula de oro. Él estaba esperando en el lobb
oche? Estaba tan preocupado". Inte
ba un poc
piernas de Diego. Se asomó a verme, y sus
razos regordetes alrededor de mi cuello, su aliento soñoliento y
el elevador. Diego me siguió, su
ta. Lo siento mucho. No
cepillado el cabello, las historias que le había leído a mi forma inconsciente. Todo
ijo, con una nota de esperanza en su vo
s", dije, m
a nuestra habitación.
suite había sido transformada. Estaba llena, del piso al techo, con ca
o, radiante. "
. Tomé una mascada de seda, un estampado que siempre había odiado. Vi una bo
e estaban usadas. Un bolso con un ligero rasguño cerca del b
gélica. Me estaba dando
de mis labios. "Desha
uinamente confundido. "Per
ó desde la puerta. "¡A mami Angélica le enc
ía soportado un embarazo de nueve meses que casi me mata. Había pasado innumer
lamaba la
a fuerza en sus palabras. Estaba apaciguando al niño, no defend
lo había un anillo de diamantes. Era enorme, una piedra
o Diego, su voz reverente. "Sol
Diego Elizondo compra el legendario diamante para su amada
tentó deslizar el
siado pequeño, deteni
extraño. Debes haber ganado algo de p
das que nunca, frágiles y huesudas después de cinco años de atrofia. El a
ando de fondo sobre la singularidad d
hombre capaz de amar a dos mujeres a la vez, o quizás, de amar la idea de lo que cada mujer representaba.
ortando su discurso. "Si tuvieras que elegir,
cluso si significaba el f
r, pero su celular vibró en la mesa. Miró la pantalla
e. Un destello de pánico, luego mol
mudeó, ya moviéndose hacia la puert
a cuando se detuvo. "¿Qué me esta
ento de vacío extendiéndose por
agregué, mi voz cargada de una i
la frente con una ternura que me en
en forma de corazón. Caminé hacia el bote de basura y lo d
espondido