de Rock Castle, Liam tenía la cabeza ocupada en otra cosa, y no, en la reunión convocada por su padre. Todaví

tan incómodo, podría

ran mansión, ubicada en una calle ciega, bajó el vidrio de l

uno de los mayordomos, o cualquier otro miembro de la servidumbre le abriera. El Lamborghini, que había usado la noche anterior, estab

an llena de vida en pleno invierno, como si estuvieran en verano, gracias al excelente trabajo del batallón de jardineros, que iba sin falta, dos veces a la semana. Liam sabía que su mamá era la artífice de esa perfecc

su traje de mayordomo, y expresión de gran orgullo, m

retaba su mano. No era una sorpresa para nadie, que Richard era muy cariñoso, y que se hab

pesar de haberse visto la semana anterior, cuando asistió a la cena familiar

isgustado contigo por eso", le dijo sonriente,

brado de los sábados. En su recorrido por la casa, pasó por la cocina gourmet, que llevaba al comedor formal, y terminaba e

madre, ubicado justo enf

cogida en una larga trenza francesa, parecía flotar sobre su espalda, en contraste con su blusa de satén rosado pálido, y sus pantalones de algodón blanco. Calzaba además una

hermosa que he visto!",

o pudo ocultar las lágrimas, a punto de brotar de sus ojos verdes. Se pasó la

Aquí está el hijo m

o de los primeros aromas, cálidos y reconfortantes, que recordaba de su infancia, y si h

o y los pinceles?", preguntó al sepa

rada triste la delató, cuando se agarraron del braz

ió Liam, pero en realidad, su madre

dejar de pintar, y bu

no se lleva bien con la prisa, la con

en las manos, frunció sus pobladas cejas, en señal de disgusto. Las enormes ventanas francesas, que estaban detrás, dejaban pasar la luz del sol, y su respla

madamente. Eran dos gotas de agua, pues ambos tenían el cabello roji

e, porque Clarke era apreciado por su ge

s, sobre pelirrojos con muy mal carácter, ya que por cualquier cosa estallab

jados en la prensa, opacaban sus grandes logros. Liam llegó incluso a pensar, que ésa había sido l

de los pusiste?", le preguntó él, mientras s

te, Clarke se acomodó los lentes, agarrados a

su madre se hizo en el sofá de tres puestos, ubicado al frente de la misma. Después de sentarse, tomó un ejempl

pensamientos. Por eso se preguntó, si en realidad estaría sucediendo

es hermanos Anderson. Dichas imágenes reflejaban momentos importantes y de gran orgullo para ellos, como por ejemplo, el primer y último día de clases, bailes de fin de curso, y actos de graduación. Eran o

a silla, para disfrutar del fuego de la chimenea. En ese instante, al s