staba ahí, en la pantalla de su teléfono, en sus o
de que mi voz sonara normal.
ió hacia mí
i acabamos de llegar. ¿No vam
corazón. Me agaché a su altura,
la abuela no se siente bien.
ero no podía decirle la verdad. No podía d
interpuso e
ada, no puedes conducir cinco horas e
lsa. ¿De verdad le importaba mi bienestar d
e mi camino
a dejar ir. Pi
z llena de una determinación que no sabía que te
Él lo entendió. Sabía qu
Camila de la mano, diri
puerta se abrió desde fuera. Un sonido de clic, s
ba una bolsa con comida para llevar. Su
detuvo por
o la puerta con s
resonó en mi cabeza como una burla cruel. La prueba final,