lejo distorsionado de su propio rostro en
hasta los huesos, un frío que no venia desalmada, sus voces eran un murmullo clínico que hablaba de "suje
lamaba por
ía, era un
a vida que ahora terminaba, ella habí
adora, bendecida con el "don del éxito" que su madre
ebatado sin dudar, construyendo un imperio de la
do, recibió el "do
rfecto para una chica de su natura
sí
sario influyente de la Ciudad de México que la cubrió de lujos, pe
ible para el mundo, mientras Isa
sabella era una es
es, sanguijuelas que se pegaron
ta, les cerró el gri
organización clandestina que cazaba a perso
e tanto la había elevado, se con
en un laboratorio como
cueto mensaje de su esposo, más preocup
e, ella estaba aquí,
investigar a la familia,
siva, pero para ellos, cualquier don era un rec
có, una agonía que le
ando su mente: al final, a nadie le importó nunca
la envolvió
.
ol le golpeó
padeó, co
había des
ratorio se h
de la infancia, la que
res rosas que tanto od
para muebles que su mad
el pasillo, con ese tono falsamente dul
ahora mismo! ¡Tengo algo m
de Sofía
sa voz, e
ue su madre les pidió q
a cama, sus pie
de una adolescente, su propio rostro de hacía die
ba v
a vu
udió: incredulidad, miedo, y l
o una segunda
, no sería
scaleras l
de pie con dos cajas de madera i
con el periódico en la mano, fingiendo no prestar atenció
on los ojos brillantes de
ojos. "Hoy es un día muy importante. Dentro de estas cajas hay un regalo p
las cajas y la d
de la humildad. Te asegurará u
reció la otr
el don del éxito. Sé q
te como en su
e Isabella, su favorita, obtuviera la herramienta para la glo
sta para repetir la historia pero con un
ez que no le conocía, s
do la caja destinada a
rdo se queda
reprendió su madre. "Ese es el don de
a, una mirada maliciosa en sus oj
a en su vida pasada cuando l
stello de conocimiento, de familiaridad
i para sí misma, pero lo suficientemente alto para que todos la oyeran. "Mientras que el 'éxito' solo me trajo problemas
ongeló en la
miró fi
a... re
ra, ella tambi
iega, había interpretado la histori
a seguridad, sin entender que fue precisamente esa
ente, al destino trágico q
abrió la caja con manos temblorosas, y una suave
humildad ah
sfecha, como si acabar
precio, esperando ve
no hizo n
nrisa se dibuj
ina, llena de un
Isab
entera de sufrimiento, seguía siendo
opio veneno, creyen
Sofía el arma que neces