o más esperas a que ellos decidieran mi final. Tenía que tomar el control. Quizás p
taconeo decidido de Isabella ni los pasos medidos de Alejandro. Eran más pesados, más l
chispa de la autoridad que una vez tuvo. Era el único en esta casa que alguna vez me había mostrado un poco d
ve resonando en el sótano
e es mi nuevo cuarto",
ura para apoyarse. Miró el catre, el suelo de tierra
a celda", murmuró. "¿Qué hic
. "¿Importa? Siempre
eno de pesar. "Vi lo que hizo con el reli
do. Él había visto y no hab
obarde. Le he permitido a Isabella demasiado. Desde que su madre murió
a no siempre fue así. Hubo un tiempo en que tenía un buen corazón. Pero
ije con amargura. "
o. No es justo." Hizo una pausa, mirando sus manos nudosas. "No
la puso en mi mano. Era pesada. La abrí y dentro
. "Las llaves son de una pequeña cabaña que tengo en las montañas, cerca de un pueblo llamad
ahora?", pregunté, mi voz llena de desconfianza. En mis
"No era tristeza ni ira. Era... nada. Como si te hubieras rendido. Y eso me
sentimiento tan ajeno que casi no lo reconocí. Pero rápidamente lo aplasté. Esto
a. "Pero, ¿cómo salgo de aquí? Isa
e. Yo me encargaré de distraer al personal de seguridad. La puerta trasera que da al jardín estará abier
o simple. Pero era la única
as, ab
re sorprendentemente fuerte. "Cuídate,
a bolsa en mi mano. Libertad. La palabra sonaba extraña en mis labios. Durante ocho vidas
e hacía saltar. Escuché el coche de Isabella y Alejandro salir del garaje. Escu
ogí mi maleta y subí las escaleras sigilosamente. La casa estaba en silencio. Crucé la cocina, mis paso
. Olía a tierra mojada y a libertad. Salí al jardín, manteniéndome en
l porche se encendieron de repente, bañando
edé h
crees que
io. Estaba de pie en el porche, con Alejandro a su lado
abuelo había fallado. O p
las palabras se atas
se burló Alejandro, bajando los
tiró todo al suelo: mi ropa, los pocos libros que t
nero? ¿Llaves? ¿El viejo te ayudó a planear esto?" Su voz era peligrosa
lejandro me dio una bofetada que me hizo girar
"Hablas cuando se
bios. "Así que quieres ser libre, ¿eh? Quieres empezar una nueva vida." Sac
raron el dinero, la única esperanza que había tenido. El fuego se refle
es al suelo y aplastándolas bajo su tacón de aguja. "...
ertía en humo y metal retorcido. La desesper
ella Solís ha alcanzado un nivel crítico. Se recomienda al anfitrión reanu
amos adentro. Creo que necesitas una lección sobre lo
astrarme de vuelta a la casa, de vuelta a la oscuridad. Mi breve s