rincesa de la moda, heredera del imperio Ramos, c
lluviosa, cuando un accidente de c
los hombres a los que amaba, priorizaban a mi asistente Laura, gritando a los paramédicos: "¡Sofía puede esperar,
a, con burla, preguntó: "¿Cómo sigue la princesita?". Y Alejandro, con una fr
para arrebatarme todo, incluso mi vida. "Ella es un obstáculo", susurró Alejandro, explicando cóm
nua que creían. En esa cama de hospital, juré recuperarme y destruir
z", le exigí a mi padre al despertar,
, explicándole la cruel traición. "Necesito un arma. Necesito a alguien que no pueda
con el temido "Toro" cayó co
Laura sentada en mi silla, celebrando con Carlos, Miguel y
Carlos pateó mi boceto de un vestido de novia, mientra
pagaste así!". Le di una bofetada a Laura, y ellos, como
ando: "¡Me... me pegó!". Él, con una falsa decepción
n paz a Laura... me casaré contigo". Laura, aterrada, susurró: "¿Qué?". Él le guiñó un ojo: "Es un matrimonio d
brantable. "Alejandro, eres un empleado. Laura es mi asistente. Todos ustedes
se convirtió en ira. "¡Insolente!
vo, su teléfono sonó. Su rostro palideció. "Es