z a
sde que me enamoré perdida
ra, su asistente, su "perrita faldera". Así
eños que realidades, le entregué una década
n furia, un reflejo perfecto de la tormenta en mi interior. Tenía un dolo
corazón dio un vuelco
a
ue me traigas la partitura que e
exigente, sin u
no me siento muy
a la necesita para su prácti
de corazón frágil que siempre necesitaba algo
loviendo a c
que es
lg
r puntos negros. Me puse un impermeable sob
ra tan densa que el camino se sentía eterno. El agua hela
con el cuerpo cortado, entré sin to
de vino en la mano, viendo a Camila
a ahí
había compuesto la semana pasada, una que le había mostrado a Alejandro en un mo
había dad
mi voz salió com
me miró con una son
ribió para mí. Dice que capt
e miró. Solo asintió, d
s. No era solo la humillación, era el ro
uerza. Me apoyé en la par
nas el ambiente", dijo Alejandro, finalmente
eza se convirtió en una punzada in
.
rón. Desperté en mi cama, no sé c
iba, así que final
me senté frente a un hombre de bat
to mucho. Es cáncer cerebral
e, aunque no la dijo directamente. Me
mundo seguía girando, los autos pasaban, la g
de necesidad de un último
con la voz plan
nea. Luego, por primera vez en años, e
stás? Voy
Me llevó a cenar a un lugar caro. Me
di cuenta de lo que tenía hasta
icionero, empezó a latir c
tos últimos meses. Quie
lló. Sacó
udió. Yo, en mi niebla de dolor
je qu
era atento, casi cariñoso. Camila había desaparecido
ínica específica, la misma donde trataban a Camila. Hablaba mucho de la
na reunión, su teléfono vibró sobr
cho más. Necesito que firme los papeles de donación antes de que sea
, tres veces. El aire s
No era arre
de muerte con un
Quería mi corazón
era tan profunda, tan monstruosa, que ec
co que me diagnosticó... tenía el mismo apellido que el cardiólogo de Ca
xpediente de otro hospital, de un chequeo general que me
a, el único que nunca me había juzgado. Le conté todo,
na cita con otro oncólogo? Un
neaba nuestra "boda express", yo estaba
os resultados, luego m
mente equivocada. Tiene un cuadro de estrés agudo y anemia, probablemente
a
ba s
iba a
e inundado, pero en su lu
mi muerte. Habían jugado con mi vida y mis s
o diez años de humillacione
de ahí era
iba a hacerles
andro me recibió con
sto para la boda. En una se
, no sentí amor. Solo un p
, una sonrisa que n
ejandro. Será el día
a más feliz de mi v
día de