hacia los establos traseros, el caos de la casa
silla de montar con manos rápidas y e
a mí misma, instando al caballo a ga
la abuela en la entrada del pasadizo secret
tiempo! ¡Los guardias dicen que solo
disminuir
te, un reloj que marcaba el tie
recho y lleno de rocas sueltas, la oscuri
la cara, y cada músculo
ento: encontrar al Coronel Ruiz, traer ayud
no pensaba en la trai
rmente denso del bosque, cuando de repente, varias sombras
ón dio u
erza, y el caballo se enca
s rostros cubiertos, sus intenc
s del cartel, su discipli
uno de ellos se abalanzó sobre mí
nte, me deslicé hacia un lado, esquivando su agarre,
an dema
pierna, y un tercero
a rod
tó una voz autoritari
a y corpulenta sal
tro, mi corazón, que había estado latie
de inmenso al
orosa de alivio. "¡Gracias a Dios! ¡
igo de la familia, un hombre re
mente. "El cartel ha invadido la ciudad, la residencia de mi
u rostro, una orden rápida a s
ón era dura, sus ojos
, su voz desprovista
alabras, me agarró del brazo con una fuerza bru
s brazos y me los torció
onvirtió en un
tartamudeé, el dolor y la con
inó sobre mí, su rostro
o," dijo, cada palabra er