era mi únic
co sonido que me recordaba que seguía viva,
en una cama, incapaz de moverm
me llamab
escuch
o, quejarse del gasto de mis cuidados mientras usaba mi
sus amigas por teléfono, describiéndome com
er a sus amigos a casa y pedirles que
veneno que se filtraba en mi conciencia atr
eñadoras de moda más prometedora
i futuro, mi todo por
su cajero automático viviente, espera
ación que escuché
iendo", dijo la voz de Alejan
scalofrío. Era Patricia Solís, la exesposa de Alejandro, la madre de sus
a más que nuestro boleto de lotería. Nunca nos casamos legalmente,
a que finalmente rompió lo
aún bombeaba en mi pecho, dio
a oscuridad s
fue el
mi mejilla me sa
o de cubiertos chocando contra
s ojos
e la casa que yo había comprado, la cas
, con su aire de artista boh
a, de unos dieciséis años
edar viendo como una tonta?", soltó,
siquiera levantó la vista de su pl
mis m
a atrofia de la inmovilidad. Estaban suaves,
cido. Había vuelto a un momento crucial, un día en que, e
istió Laura, golpeando la mesa
i mi silencio fuera una c
abes cómo es Sofía de s
vacía. Sus ojos no me mirab
. Me habría disculpado, habría intentado complacerlos
día en ser su musa, su apoyo, la madre que sus hijos nece
tilidad, fue el ancla que me mantuvo
adecida de que un hombre "tan maravilloso" como Aleja
de abuso y la verdad final de su traición
ía una ra
sta y los mir
er pero no tenía ni el talento ni la
asaba el día jugando videojuegos y cu
l artista fracasado que vivía de la fama
iba a ser s
ida por una familia que no era mía
imiento brusco hizo que la si
, sorprendidos por
nando extraña, más fuerte de lo que la
ada confundida de Alejandro y las
o, mi verdadero santuario en esa
n sen
abía c
misa y complaciente, había muerto
u lugar no estaba dispuest