un letrero de "Se Vende" colgado en la entra
da vecino que pasaba bajaba la mirada, c
e" , quería nuestro terreno. Querían demoler mi historia para levantar una torre
do treinta y dos visitas. Treinta y dos veces que hombres con trajes caros
einta y dos ocasiones, I
a defe
conve
a y ahora me sonaba a veneno dulce. "Es una fortuna. Podríamos comp
novios. Le había pedido que se casara
esperáramos a que su carr
sp
o que necesitáb
tení
cuando la constructora
ato, te juro que nos casamos. Una bod
ada vez que el fantasma de mi padre me susurraba al oído que n
ió en un d
stra bod
o vendas,
asa que q
os, después
los h
todo. Pero prime
o para nuestra felicidad. Mi ancla al pas
ipo flaco con ojos de serpiente, puso en la mesa una oferta final. La cifra
amor, sino de ambición. Vi en ellos el ref
ca, Miguel. Es n
polvo. Miré las manos de Isabella, tan limpias, tan cuidadas. Luego miré las mías, con la grasa
ije, y la voz no
n batalla. Deslizó los papeles sob
la
e que había escuchado en mi vida. Más fuerte que el rug
o de mi alma
rm
beso rápido, seco.
marcando un número en su celular. "Le
e in
yo me quedé en el taller vacío. El letrero de "S
ficina, abrí la laptop que Isabella me había regalado, una que casi nu
mento. No escrib
mi situación
ón con Isabella Re
No hubo drama. Solo
taller, las llaves que mi padre me dio el día
atrás. La puerta se cerró con un
que sabía es que el Miguel Ángel que vivía entre
hombre sin nada, cam