calma. Marco y Ricardo estaban en la sala, hablando
odo. Considera esta tu casa", d
unque su sonrisa no llegaba a sus ojos. "Marco
la cocina. "Voy a preparar algo d
hablar? Lo de hoy... lo del divo
estresada, Marco. La presión del restaurante, el
to de muerte, mi amor". Me abrazó, pero su abrazo se sentía falso, vacío. "Eres la mejor. Tan com
su manipulación había funcionado
a sala. Estaban confundidos, desconfiados, y eso era ex
ándole a Ricardo sobre sus planes, ofreciéndole más comida. Él respondía con monosílabos,
a y el baño está al otro lado del pasillo. Sé lo importante que es la comodidad para la creatividad. ¿Por qué no te que
agua. Ricardo me miró fijamente,
ees? Es nuestra habit
ugar. Además, tú y él necesitan estar cómodos para trabajar en sus... proyectos". Diri
ía, que los dejó completamente desarmados. Si se negaban, parecerían desa
sonrisa que no me gustó nada. "Si insistes, Sofía
la pequeña habitación de invitados, escuc
daría cuenta. Es demasiad
.. extraño. Ninguna mujer
e la palma de mi mano. Aho
a fría dibujada en mi rostro. "Campo l
rtante. Cuando salí, Marco y Ricardo aún dormían. Fui directamen
ta con el Dr. Hernández",
había visitado demasiado tarde. Mi estrés crónico, alimentado por la traición de Marco, ha
a a que los síntomas
r con seriedad después de la revisión. "Es causado por el estrés. Si no lo controla, podría volverse algo mucho más grave. Reco
a nadie que pueda firmar como mi contacto de emergencia o autorizar el
o. "Es inusual. Normalmente,
ero hacerlo lo antes posible. Por
asiado ocupado". Me dijo que eran solo nervios, que exageraba. Muriendo en esa cama de hospital, me di cuenta de q
or. Estaba cortando los lazos, uno por uno.
abierta. Escuché risas provenientes de la coci
le de comer un trozo de pastel directamente en la boca, con la misma cuchara. S
n mi memoria. Esta era la prueba que necesitaba, no para un juez, sino para m
taban demasiado absort
Me senté en la cama y respiré hondo. No sentí d
zaba. Y ellos no tení