compartido cinco años de mi vida, me citó en nuestra cafe
anes, no un
ltó las palabras que destrozaron mi mundo: "So
aratoria, la sombra eterna
salvarla, sacrificando nuestro futuro por su pasado y revelando que para él
le, pero fue la humilla
o a un hombre que me veía como un objeto desechable
evanté, la dignidad más fuerte que el corazó
vida me puso a prueba: un coche que frenó
una disculpa sincera y una mano quemada por mi cu
se sentía vacío, el anillo que una vez brilló
estra boda no era un compromiso, era una red de s
uitecta de mis propias ruinas y