s número diecinueve ll
eñores Valdivia estaban de viaje de negocios
ba s
abrió. Eran Sebastián y Sofía, regr
ños, Elara", d
forzada. Me entregó una peq
un collar de diamant
e, mi corazón
o, gracias
n sonido agudo
ián me lo compró a mí primero, pero el diseño me pareció muy simple, muy para
ía sentido se co
de segunda mano, un
incomodidad en el rostro
no hasta que los bordes
re había sido espec
Una vez llenó mi cuarto de globos, otra me
ir como la persona má
aba las sobras
una so
ito. Gracia
e calmada, como si le per
ura. Luego se acurrucó más contra Sebastián, mirándome con s
nalmente encontrando la mía, pero estaba vací
sonriendo de oreja a oreja. "Esperamos que nos ayudes con los
punzada en
qui
que yo planeaba
a de mi vue
l día de su máxima felicidad sería
decir. "Pero me temo
a vez, una chispa de algo parecido a
é no? ¿P
interés era c
en la universidad ese día", ment
o era todo lo que podía o
cir algo más, pero Sofía lo in
mente sus estudios son má
ico, pero Sebastián
omento de interés se desvaneció
la mesa del recibidor y me di l
ía ese
ía nada