los que no había conocido el calor de un abrazo de su
ofía Del Valle era
terior, una rutina de humillacione
como una sombra, un sirviente más c
e nadie para preparar el desayuno de Sofía, un r
ruta cortada en el plato, el olor
eza, o más bien, con la supuesta suci
eces antes de tocar mi comida" , le hab
o ha
esecaba y agrietaba, todo con la esperanza de
uelta en una bata de seda que
rlo, como si fuera un mu
y examinó el plat
s?" , preguntó,
dió Elías, su propia
dor de plata, lo masticó lentamente y l
mbre" , dijo,
r en el pecho, la misma que sentí
rostro se había afilado y sus ojos habían
, un hombre cuya autoestima habí
he, se preguntaba p
ra la misma: Doña Elen
que tuviera paciencia, que Sofía era joven y capric
esa promesa como un
iaba el estudio, escuchó la voz
, dulce y meloso, un tono que Elías
escondiéndose detrás d
una risita coqueta. "Te tengo una sorpresa para la fiesta de es
de Elías
o Mont
un hombre que siempre estaba cerca, siempre
resa. E
rga le subió p
odía
a, Elías la confrontó. Era la primera
, preguntó, tratando d
resa, que rápidamente
Elías?" , se burló ella. "¿Acaso e
ardo" , insistió él. "Y h
una risa cruel que resonó
eándolo como un dep
urró, su aliento frío cerca de su oí
no ent
rutando de su confusión. "Mis amigas y yo hemos estado hablando de lo... puro que eres
e le heló e
stá fascinado con la idea. Dice que es la máxima humillación para un hombre. Y yo... yo estoy de
as, el impacto de la reve
ast
un ob
un an
o puedes..."
endureciéndose. "Eres mi esposo. Eres de mi
boda, la promesa que
Elías. Da
de soledad, de un dolor sordo que se ha
.. esto er
su dignidad, de lo poco qu
celular y marcó un número que
aba una
itaba
, su voz quebrándose. "Soy Elías. Ya no pu
ado de la línea, y luego l
este día podría llegar. No t
, Sofía volvió a ent
. Ahora intentaba ser seductora, u
tratando de tocar su brazo. "Solo
como si su con
su voz llena de un asco
e cayó, revelando la
?" , siseó. "¡Después de
guardias de seguridad e
ropa y el celular. Asegúrense de que n
lo sujetaron
no l
vacío, d
pasillo, escuchó la última or
a esta noche. No quiero que ninguna c
pe seco, y el sonido de la llave girando en la
o, desnudo
asta e
ra el