olor a tabaco y cuero viejo de su
o' Mendoza", susurré, mi voz
n. Solo encontró determinación. Una lenta sonrisa se dibujó en su rostro arrugado, una sonrisa de aprobación.
silenciando cualquier murmullo. Miró a Ricardo, que segu
evántate. La decisión de Sofía será anunciada a su debido tie
olo una táctica para hacerlo desear más lo que creía que ya era suyo. Una sonrisa de suficiencia se dibujó en su rostro mientras se reunía con Lucía en un rincón. La vi susurrarle alg
ntuario donde descansaba el "Alma del Fénix". Lucía se ac
pudiera tocarme. "Sabía que entenderías. El amor de Ricardo y yo es verdadero,
arla. Asentí lentamente, sin decir una palabra
su actitud era la de un hombr
llaves del 'Alma del Fénix'. El campeonato está cerca y teng
entregara la llave del coche más poderoso de México. La llave de mi
ió, su voz cargada de una posesividad que me
laves. Recordé su sonrisa mientras se alejaba en mi coche, dejándome atrás para enfrentar la ruina que él
atural pero de pocas palabras, siempre manteniendo un perfil bajo. Siempre me había observado desde la distancia, con una mezcla de respeto y admi
na risa burlona
que ya lo habíamos mandado a competir en carreras de carritos de superm
na risa chillon
ariciando el brazo de Ricardo. "No
en su ignorancia. No sabían que el silencioso piloto al que acababan de despreciar era el hombre que estaba a