e una llamada desesperada ni una súplica. Fue un mensaje de audio cargado de
na rabieta de tus alumnos? Madura un poco, por el amor
ezclada con risas
do una fiesta sorpresa en la bodega. Algo
con una fiesta desastrosa le impedía celebrarlos. Durante siete años, mis cumpleaños habían pasado sin pena ni gloria,
ase el capricho," conclu
con siete años de mentiras y desprecio era un simple capricho para ella. En ese
de mi armario. Dentro, bajo partituras antiguas y fotos de mis primeros años como bailaor
del matrimonio. La academia, aunque construida con mi talento, estaba a su nombre. Pero mi nombre, "El Corazón Gitano", mi reputación y mi arte, eran míos. Y lo más importante, había una cláusula que sus abogados añadieron para protegerme, una que yo mismo h
che d
en la mano, lla
o iniciar los trámites de
e Ricardo Vega, el dueño de "El Duende", el tablao más prestigioso
oído lo que ha pasado con tus chicos. Una ver
Ricardo. L
oferta. Quiero que seas el director artístico de 'El Duende'. Te
ble, pero mi mente e
po de bailaores, jóvenes con un talento inmenso. Son leales y Lu
línea. Esperaba una negativa, pero l
los demás. Les haremos contratos profesionales a todos y cada uno de ellos. 'El Duende' no solo
me tenía acorralado, que yo no era nada sin su academia. No se daba cuenta
liqué la situación, la oferta de Ricardo. No hubo dudas. Uno por uno, r
e Leon, se encontraría con una academia vacía. Un ca