boda, la cumbre de la
na, todo perfecto para que Lina García, la
a novia, e
dos se fueron, dejándome plantada en el altar, por
o con ella en el aeropuerto, el pie de foto glori
a fue un golpe, pero
ar, Yolanda, para incriminarme, fingió un
volvió la víctima
no me llamó "envidiosa", y mi
nenar a mi propia hermana, sin
ue destrozó lo poco que me quedaba: mi vida entera había sido un
la joven Lina qu
sus mentiras y su dolor, buscando su ver